Un centenar de vecinos tuvieron que ser desalojados del número 16 de la calle Cullera, durante la noche del pasado 16 de diciembre. La causa, un incendio que comenzó en el dormitorio de una de las viviendas de la décima planta, por motivos que aún se desconocen.
Tal y como ha informado Emergencias Madrid, en el piso se encontraban una mujer de unos 30 años de edad y su hijo de 9 años. En un primer momento, la joven intentó sofocar las llamas, pero al no conseguirlo abandonó la vivienda. Sin embargo, el humo ya se había propagado por las escaleras, por lo que ambos resultaron intoxicados mientras bajaban a la calle. La mujer tuvo que ser trasladada al Hospital Clínico, donde quedó ingresada con pronóstico grave junto a su hijo, éste con pronóstico leve.
Un total de cinco vehículos de bomberos del Ayuntamiento de Madrid se trasladaron al lugar de los hechos ante la envergadura del incendio. Una de las dotaciones disponía de una escala de 50 metros, especial para fuegos situados a gran altura ya que el inmueble siniestrado cuenta con 13 pisos. A pesar de que en un primer momento el incendio parecía ser muy aparatoso, los bomberos lograron sofocarlo en apenas una hora.
Aunque los residentes del edifico fueron desalojados, pudieron regresar a sus casas tras una hora de incertidumbre y angustia, una vez sofocadas las llamadas y ventilado el humo acumulado en la escalera. En esta ocasión, la rápida intervención de los bomberos evitó que hubiera que lamentar más daños personales, por lo que no fue necesario utilizar el hospital de campaña instalado por el Samur en la calle.
