Movimiento contra la Intolerancia ha interpuesto una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) para que se investiguen los graves incidentes que se produjeron el pasado domingo en el Estadio Cívitas Metropolitano durante el derbi madrileño, en el que se produjeron lanzamientos de objetos y cánticos racistas por parte del fondo sur donde se ubican aficionados ultras del Frente Atlético.
En la denuncia, a la que tuvo acceso Europa Press, se reclama que se proceda a la investigación de los hechos denunciados, a la depuración de las responsabilidades penales que se pudieran derivar de la mismos, así como a proceder a intervenir en la investigaciones de posteriores acciones de continuidad de los mismos.
La asociación aprecia en los hechos delictivos la comisión de varios delitos, entre ellos delitos de provocación a la discriminación, al odio y a la violencia, trato degradante y asociación ilícita, entre otros.
Se contempla como circunstancias agravantes el hecho de ejecutarlo con alevosía; ejecutar el hecho mediante disfraz, con abuso de superioridad o aprovechando las circunstancias de lugar, tiempo o auxilio de otras personas que debiliten la defensa del ofendido o faciliten la impunidad del delincuente; así como cometer el delito por motivos racistas.
Durante la celebración del encuentro, se profirieron insultos racistas contra el jugador del Real Madrid, Vinicius Júnior, y otros contra el guardameta Thibaut Courtois, al que le llamaron ‘traidor’, ‘hijo de puta’ y le gritaron ‘Courtois, muérete’ y otros improperios, perfectamente localizables en la Grada Sur del Estadio.
LaLiga recoge hasta 17 cánticos violentos. «Determinados seguidores en ese Fondo de grada exhibían símbolos neonazis, bien en su cuerpo o en banderolas, entre ellas la conocida Cruz Celtica», recoge la denuncia.
Según apunta la asociación, el sindicato de policía Jupol ha hecho público la constatación de la presencia de encapuchados, manifestando «que algunos de ellos bajaron de la grada y estuvieron a pie de campo con simbología neonazi, una imagen que ha traspasado las fronteras».
Después del gol del Real Madrid, parte del fondo que ubicaba a los Ultras empezó a lanzar objetos al guardameta Courtois. El árbitro detuvo el partido, enviando a los jugadores al vestuario, mientras que miembros del Atlético hablaron con los ultras para poder reanudar el encuentro, tras 15 minutos de suspensión y una grave alteración del orden público.
En esos momentos las Fuerzas de Seguridad no pudieron entrar porque el club «no quiso desplegar en ese momento a la Policía Nacional», ha hecho publico el sindicato Jupol.
«Tras finalizar el partido, los actos denigratorios contra el guardameta Courtois continuaron, como recogió el destrozo de la placa del portero en el Paseo de las Leyendas Atléticas, lleno de escupitajos y basura, además de su rotura», agrega la denuncia.