Portugal ha girado a la derecha, la Alianza Democrática (AD), liderada por Luís Montenegro, ha ganado las elecciones legislativas de este domingo 18 de mayo de 2025, con el 32,10% de los votos y 86 escaños, imponiéndose claramente en un Parlamento cada vez más fragmentado. Aunque sin mayoría absoluta, la coalición de centro-derecha se consolida como la principal fuerza política del país.
Al mismo tiempo, el Partido Socialista (PS), encabezado por Pedro Nuno Santos, ha sufrido un duro revés electoral, quedando reducido a 58 diputados con apenas el 23,38% de los votos, desde los 78 que obtuvo en las pasadas elecciones, su peor resultado en más de una década. La histórica formación socialista paga así el desgaste de años en el poder y el malestar ciudadano ante la situación económica y social del país.
La victoria de la Alianza Democrática marca un cambio de ciclo en la política portuguesa. La coalición liderada por Montenegro ha conseguido capitalizar el voto del centro-derecha tradicional, aglutinando el apoyo de amplios sectores de la sociedad portuguesa que demandan estabilidad, rigor económico y seguridad jurídica.
En palabras del propio Montenegro:
“Portugal ha dicho basta. Ha llegado el momento de gobernar con responsabilidad y sin extremismos. Este resultado es un mandato claro del pueblo para que lideremos el futuro del país”.
Aunque no alcanza los 116 diputados necesarios para la mayoría absoluta, AD podría gobernar en minoría con apoyos puntuales de fuerzas como Iniciativa Liberal, que logró 9 escaños, o mediante acuerdos parlamentarios específicos.
El desplome del Partido Socialista y la dimisión de su líder
El gran derrotado de la noche fue sin duda el Partido Socialista, que perdió más de 40 escaños respecto a las últimas elecciones. Tras conocerse los resultados, Pedro Nuno Santos anunció su dimisión como secretario general del partido, asumiendo la responsabilidad del descalabro electoral.
“El pueblo ha hablado, y nosotros no hemos sabido estar a la altura. Es el momento de una renovación profunda en el partido”, declaró Santos visiblemente afectado.
El PS, que gobernó Portugal en los últimos años, se ha visto penalizado por problemas económicos, tensiones internas y una creciente desconexión con sus bases tradicionales. Analistas apuntan que su falta de respuesta a la crisis de vivienda, los bajos salarios y el colapso de la sanidad pública han pasado factura.
Chega se consolida como tercera fuerza y rompe el tablero político
Otro de los grandes protagonistas de la jornada fue Chega, el partido de ultraderecha liderado por André Ventura, que logró 58 escaños con el 22,56% de los votos, empatando en representación con el PS.
Ventura celebró lo que calificó como una “revolución democrática” y proclamó el fin del bipartidismo en Portugal:
“El pueblo portugués ha abierto los ojos. Ya no hay solo derecha e izquierda, ahora hay una tercera vía: Chega”.
Pese a su crecimiento, Luís Montenegro ha reiterado su negativa a formar gobierno con Chega, lo que complica los posibles escenarios de gobernabilidad.
Fragmentación parlamentaria y negociaciones abiertas
El nuevo Parlamento estará más fragmentado que nunca, con representación para múltiples partidos: AD: 86 escaños,PS: 58 escaños, Chega: 58 escaños, Iniciativa Liberal: 9 escaños, Livre: 6 escaños, CDU: 3 escaños, Bloque de Izquierda: 1 escaño, PAN: 1 escaño y Juntos por el Pueblo: 1 escaño
Este mapa político obliga a la futura Alianza Democrática a buscar consensos puntuales para aprobar leyes clave, especialmente en áreas como la economía, fiscalidad, educación y relaciones exteriores.
La participación electoral alcanzó el 64,38%, un dato elevado en comparación con anteriores comicios. Esta cifra refleja un alto nivel de movilización ciudadana, especialmente entre votantes conservadores y desencantados con el sistema político tradicional.
Muchos analistas coinciden en que el resultado evidencia un deseo generalizado de cambio, alimentado por el malestar social, el desgaste del Partido Socialista en el gobierno y la percepción de inseguridad y falta de liderazgo.
El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, será ahora el encargado de nombrar al nuevo primer ministro. Todo indica que propondrá a Luís Montenegro, como líder de la fuerza más votada, para formar un ejecutivo.
No obstante, la falta de mayoría absoluta obligará a Montenegro a negociar con otras fuerzas parlamentarias. Su compromiso declarado de no pactar con Chega complica el escenario y anticipa una legislatura exigente, con equilibrios delicados y posible inestabilidad.
La derecha toma el control en Portugal
Las elecciones generales de 2025 en Portugal suponen un cambio radical en el panorama político. La derecha, con la Alianza Democrática al frente, se impone con claridad, mientras el Partido Socialista se derrumba, víctima de la gestión de los últimos años y la pérdida de conexión con la ciudadanía.
Este nuevo mapa político marca el inicio de una etapa de reformas y redefiniciones, donde la centralidad del Parlamento será clave para la gobernabilidad. El futuro gobierno de Montenegro deberá moverse entre la responsabilidad de gobernar y la presión de una oposición fuerte y diversa, con un Chega fortalecido y un PS en proceso de renovación.
Portugal, tras décadas de alternancia moderada, gira hacia la derecha en un contexto europeo cada vez más volátil. Las decisiones que tome el nuevo ejecutivo marcarán el rumbo de un país que ha dicho, alto y claro, que quiere un nuevo comienzo político.