La autopsia preliminar del ladrón que falleció estrangulado por un agente de la Policía Municipal de Madrid ratifica que murió por falta de oxígeno, lo que se denomina ‘anoxia’, y que también fue constatado por los sanitarios que asistieron al fallecido, han informado a Europa Press fuentes jurídicas.
Los hechos ocurrieron el pasado 17 de junio, cuando un agente estranguló a un hombre de origen magrebí de unos 35 años que había intentado robarle el teléfono mientras caminaba por la vía pública de paisano junto a otro compañero en Torrejón de Ardoz.
La jueza que lleva el caso, titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón, ha solicitado las grabaciones de las cámaras de seguridad de la calle y las imágenes que captaron los testigos presenciales de los hechos.
En el propio levantamiento del cadáver, el forense certificó que se trataba de una muerte por anoxia, que ocurre cuando hay una falta total de oxígeno en el aire que respiramos a consecuencia una asfixia o ahogamiento.
Intento de robo
El suceso se produjo sobre las 23.15 horas en las inmediaciones del número 20 de la calle Pesquera, situada en el casco antiguo de la localidad. Por la zona paseaban dos agentes de Policía Municipal de Madrid de paisano que fueron sorprendidos por dos magrebíes y que intentaron robarles el teléfono móvil.
Los agentes salieron a la carrera tras uno de los asaltantes, al que uno de los policías logró dar alcance e inmovilizar en el suelo con la maniobra conocida como ‘mataleón’ a la espera de que llegara la patrulla de Policía Nacional. Cuando estos llegaron, esposaron al ladrón estrangulado, que sin embargo parecía estar en estado de semiinconsciencia.
En este momento, una patrulla de Policía Local de Torrejón de Ardoz se persona en el lugar y, con un desfibrilador, trata de reanimar al magrebí, que se encuentra en parada cardiorrespiratoria. Más tarde, efectivos del SUMMA 112 llegan a la zona y practican durante unos 30 minutos maniobras de reanimación a la víctima, que sin embargo termina falleciendo.
Hasta la zona se trasladaron efectivos de la Brigada de Policía Científica y el Grupo V de Homicidios, que se ha hecho cargo de la investigación.
El fallecido era un delincuente habitual en Torrejón de Ardoz, toxicómano y que en los últimos días se había visto involucrado en pequeños altercados de peleas y robos, por lo que se le consideraba como un hombre bastante conflictivo.