El campeón de Europa por quinta vez en los últimos ocho años volvió a su autobús de vuelta al Bernabéu, donde esperaba un espectáculo de luz y sonido y más momentos emotivos
El Real Madrid compartió este domingo con su afición la fiesta por la consecución de la Liga de Campeones, con sabor a despedida para algunos como el capitán Marcelo y una traca final en Cibeles y el Santiago Bernabéu ante miles de personas.
El conjunto blanco dedicó la tarde a celebrar la decimocuarta Liga de Campeones, sin olvidar la Liga ganada hace un mes. La expedición campeona de Europa se subió a un autobús descapotado a las 18:00 para acudir a la visita y ofrecimiento en la catedral de la Almudena y las sedes de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento.
El plan del Madrid tenía dos puntos álgidos: Cibeles y el fin de fiesta en el Bernabéu. La visita a la diosa fue un baño de multitudes para los blancos, subidos en una pasarla, micrófono en mano, dirigiendo cánticos de la afición. Marcelo fue el encargado de vestir con bufanda y bandera a Cibeles, con beso de despedida.
El capitán, jugador con más títulos en la historia del club (25), fue dejando entrever su fin de ciclo. Con el ‘We are the champions’ terminó el jolgorio en la mítica fuente de la capital, donde se escuchó a los presentes reclamar el Balón de Oro para Benzema.
También se acordaron los madridistas, para mal, de un Mbappé que prefirió quedarse en el PSG. El técnico Carlo Ancelotti fue de los más aclamados y, a la vez, más partícipe. El preparador italiano también dirigió los cánticos, junto con Vinicius, en escenas parecidas a las de hace un mes en Cibeles tras ganar la Liga.
Eden Hazard fue también protagonista en la fuente, prometiendo un mejor rendimiento en su cuarta campaña de blanco. «El próximo año voy a dar todo por vosotros», apuntó el belga. El escenario frente a la fachada del Ayuntamiento y las lonas alrededor del monumento mostraban los lemas «¡Gracias madridistas!» y «Ch14mpions».
El campeón de Europa por quinta vez en los últimos ocho años volvió a su autobús de vuelta al Bernabéu, donde esperaba un espectáculo de luz y sonido y más momentos emotivos. Un vídeo con las 14 Copas de Europa inició el show con las luces ya apagadas.
La afición celebró de nuevo el gol de Vinicius que supuso el 1-0 ante el Liverpool en la final de París, y también la racha de remontadas para llegar al último escalón y vencer su octava final seguida. Al césped fueron entrando de uno en uno los jugadores, guardados para el final los cuatro capitanes: Modric, Benzema, Nacho y Marcelo.
El brasileño entró con la ‘orejona’, con lágrimas y de rodillas al suelo en señal de agradecimiento. «Cierro un ciclo aquí. No es un día de tristeza, es de alegría. Estoy muy orgulloso de mí, gracias por las noches mágicas que hemos vivido aquí. El futuro del Madrid está muy bien con los jóvenes», dijo Marcelo.
Hasta Gareth Bale, totalmente fuera de la dinámica del equipo en los últimos meses, se llevó los aplausos del Bernabéu. Además, Modric también adelantó noticias, con un «nos vemos la próxima temporada», sobre su renovación. Para Isco, manteado por sus compañeros, fue otra despedida y, para Ancelotti, la oportunidad de cantar otra vez el himno de la Décima en el Bernabéu.