El mes de septiembre comenzó para el Centro Comercial Alcalá Norte con unos momentos de incesante angustia. La mañana del pasado día 7, que se presentaba como una mañana tranquila, el comienzo de un día como tantos, terminó convirtiéndose en lo que podía haber sido una auténtica tragedia. Un aviso de bomba, todavía sin identificar, alteró la jornada a todos los visitantes que habían decidido pasar allí la mañana de aquel jueves, a los comerciantes y al propio personal del centro.
Tal y como relató a este periódico Susana Cruz, dueña de la tienda “Marc Rapid” que se encuentra a la entrada de este centro comercial, todo fue rápido, sin tiempo para pensar. La mañana transcurría con normalidad cuando de pronto agentes de la Policía tomaron el lugar. Eran las 12.30 del medio día, y enseguida desalojaron a todas las personas que allí se encontraban. Sin apenas tiempo para coger las pertenencias todos evacuaron el edificio y salieron a la plaza, ya en la calle. Los dependientes de los comercios dejaron sus negocios a medio cerrar, y la Policía comenzó a rastrear el lugar e intentaron mantener la calma entre los allí presentes.
Fue sobre las 14.10 de la tarde, cuando todo pudo volver a la normalidad, al comprobar que se había tratado de una falsa alarma, por lo que los agentes permitieron la entrada otra vez al centro. A día de hoy, este centro neurálgico de Ciudad Lineal se encuentra en la más absoluta calma, si contamos además con la seguridad añadida de que se trata de una zona de fácil control. No hay que olvidar que la Junta Mu-nicipal de distrito se encuentra justo a espaladas de este centro comercial.
