El taller de chapa y pintura, situado en el número 41 de la calle Algodonales, ha quedado totalmente destruido tras el incendio que sufrió a finales del mes de marzo. Los hechos ocurrieron sobre las cuatro de la tarde dentro del taller, un local que cuenta con 400 metros cuadrados y numerosos vehículos en su interior, así como diversos productos inflamables. Según informó un portavoz de Emergencias 112, el fuego se desencadenó por una deflagración en el interior del local, por lo que los vehículos que se encontraban en él fueron literalmente devorados por las llamas.
Afortunadamente no hubo que lamentar víctimas, pues los trabajadores que estaban en esos momentos en el establecimiento pudieron salir por su propio pie. Sin embargo, los daños materiales han sido de gran importancia. Las pinturas y disolventes almacenados en el taller avivaron las llamas, originando así una gran columna de humo que se podía divisar desde cualquier punto de la ciudad. Sin embargo, las cinco dotaciones de bomberos que participaron en la extinción del incendio, pudieron hacerse con él, impidiendo además que el fuego se extendiera a locales y viviendas colindantes.
