El césped de la Plaza de Colón dará paso a gravas ornamentales sobre las que se instalarán jardineras de madera con vegetación arbustiva y plantas de flor. Unas praderas maltratadas por las restricciones del riego en la ciudad y las filtraciones del subsuelo de la zona.
El Área de Medio Ambiente y Servicios a la Ciudad, responsable de los trabajos, pretende mejorar la imagen de una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, a la par que encuentra la solución del problema de filtración de agua en el Centro Cultural de la Villa, que se había agravado en los últimos meses.
Pero además, la nueva superficie reúne una ventaja más; y es que la jardinería no precisa riego au-tomático para su mantenimiento. El aporte de humedad se realizará mediante riego por goteo, un sistema con menor gasto de agua. Por tanto, responde al modelo de ajardinamiento del Gobierno municipal cuyo objetivo es conseguir un patrimonio verde más sostenible y acorde con el clima madrileño así como sistemas de riego eficaces y con menos pérdidas de agua.
El Ayuntamiento invertirá en estos días de obras un presupuesto de 163.000 euros. El proyecto prevé, además, la revisión del mobiliario urbano de la plaza incluyendo los bancos de piedra.
Poco a poco, la ciudad adapta sus espacios a las nuevas necesidades y a buen seguro que el ahorro de agua lo es. Cada vez será más difícil encontrar amplias zonas de césped en la capital.
