En las últimas semanas, con persistencia de posesos, estamos asistiendo a una retórica cantinela de determinados grupos políticos propugnando que se supriman del callejero de Madrid todas las calles que tengan algo que ver con una sola de las partes contendientes en nuestra Guerra Civil. Por lo que se ve, tales "callejerizidas" lejos de preocuparse por los reales problemas de nuestra ciudad, gustan de parapetarse en el resentimiento, al margen de consideraciones más cívicas, racionales y constructivas, para atrincherarse en incapacidades que los define como lo que realmente son y representan, que no es otra cosa que la voz de una mayúscula torpeza. Por fortuna, el alcalde de nuestra ciudad ha desoído tan disparatadas ocurrencias propiciando con ello que dejen a nuestro callejero en paz. ¡Chapeau!, Sr. Alcalde.
