En un giro significativo en la diplomacia internacional, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, anunció que la administración Trump está preparada para abandonar sus esfuerzos de mediación en el conflicto entre Rusia y Ucrania si no se observan avances concretos en los próximos días.
Esta declaración, realizada tras reuniones de alto nivel en París con líderes europeos y ucranianos, refleja la creciente frustración de Washington ante la falta de progreso en las negociaciones de paz.
Una advertencia clara a Rusia y Ucrania desde París
Durante su visita a París, Rubio enfatizó la urgencia de determinar la viabilidad de un acuerdo de paz. «Si no vemos señales claras de progreso en cuestión de días, estaremos listos para abandonar nuestros esfuerzos», afirmó el secretario de Estado. Estas palabras subrayan la presión que la administración Trump está ejerciendo sobre las partes involucradas para alcanzar una resolución rápida al conflicto.
El marco de paz propuesto por EE.UU. ha sido recibido con cautela pero optimismo por parte de Ucrania y sus aliados europeos. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, describió las conversaciones como «constructivas y positivas», aunque persisten diferencias significativas, especialmente en torno a las demandas territoriales de Rusia y las condiciones de seguridad para Ucrania.
Tensiones en la mesa de negociaciones
A pesar de los esfuerzos diplomáticos, las tensiones entre EE.UU. y Ucrania han aumentado. En la reunión que tuvo lugar el mes pasado en la Casa Blanca, el presidente Trump expresó su frustración ante lo que percibe como una falta de disposición de Zelenski para comprometerse en las negociaciones.
Trump advirtió al líder ucraniano que su reticencia podría estar «apostando con la Tercera Guerra Mundial», instándolo a aceptar el acuerdo de alto el fuego que la administración está negociando con Rusia.
Por su parte, Zelenski ha manifestado su preocupación por la falta de garantías de seguridad en el acuerdo propuesto y ha criticado las narrativas rusas promovidas por algunos enviados estadounidenses. Además, ha acusado a China de apoyar militarmente a Rusia, lo que complica aún más el panorama diplomático.
Europa busca mantener su influencia en un posible acuerdo de paz
Los líderes europeos han expresado su deseo de mantener un papel activo en las negociaciones para un acuerdo de paz El presidente francés, Emmanuel Macron, acogió las conversaciones en París, destacando la importancia de una solución europea al conflicto y oponiéndose a negociaciones exclusivas entre EE.UU. y Rusia. Un alto funcionario francés describió las reuniones como «excelentes» y subrayó la necesidad de una ambición europea en el diálogo.
Sin embargo, el Kremlin ha criticado a las naciones europeas por priorizar la acción militar sobre la paz. El portavoz Dimitri Peskov señaló que Moscú considera que alcanzar un acuerdo sigue siendo un proceso desafiante, reflejando las complejidades de las negociaciones en curso.
Demandas intransigentes y concesiones
Las demandas de Putin, que incluyen la retirada de Ucrania de la OTAN y el control sobre cuatro regiones ucranianas, siguen siendo inaceptables para Kiev. Rubio ha reconocido la dificultad de lograr la paz, pero ha enfatizado la necesidad de señales rápidas de resolución potencial para evitar abandonar la iniciativa.
En este contexto, Rubio ha sugerido que tanto ambos países deberán hacer concesiones para alcanzar un acuerdo. «No hay forma de que Rusia tome toda Ucrania, pero también es poco probable que los ucranianos recuperen todo su territorio», afirmó, indicando que se necesitará realismo por ambas partes para poner fin al conflicto.
Los países en guerra acudieron a las conversaciones mediadas por Estados Unidos en Arabia Saudita, que resultaron en un alto el fuego parcial, pero nada más.
Mientras tanto, la guerra ha continuado, incluyendo un reciente ataque con misiles rusos que impactó en Sumy, en el noreste de Ucrania, y causó la muerte de 35 personas, un ataque que Trump calificó de «error».
Consecuencias de romper las negociaciones de paz
Si EE.UU. decide retirarse del proceso de paz, las consecuencias podrían ser significativas. Washington ha desempeñado un papel crucial en las negociaciones, y su retirada podría estancar el proceso, dado que pocos países tienen una influencia comparable sobre Kiev y Moscú.
Además, la posibilidad de que EE.UU. detenga la ayuda militar a Ucrania plantea preocupaciones sobre la capacidad del país para defenderse y sobre el equilibrio de poder en la región. Algunos expertos hablan de que Kiev sólo podría aguantar hasta agosto con el aprovisionamiento de armamento que tiene de Estados Unidos.
Mientras tanto, el fortalecimiento del rublo ruso, impulsado por el aumento de los precios del petróleo, refleja un optimismo del mercado sobre una posible distensión en las tensiones entre EE.UU. y Rusia. Sin embargo, la situación sigue siendo volátil, y el futuro del conflicto dependerá en gran medida de las decisiones tomadas en los próximos días.
En resumen, la advertencia de Rubio marca un punto de inflexión en los esfuerzos diplomáticos para resolver la guerra. La comunidad internacional observa con atención, consciente de que las decisiones tomadas ahora podrían definir el curso del conflicto y la estabilidad en Europa durante los próximos años.