La Estación de Atocha, dependiente de RENFE, es uno de los principales centros de transporte de Madrid y de toda España, se ha convertido en escenario de caos, desesperación… y negocio.
Tras el apagón eléctrico masivo de ayer que afectó a gran parte de la Península Ibérica, miles de viajeros siguen atrapados en sus instalaciones, sin trenes ni alojamiento. Mientras tanto, los baños de pago se han convertido en una fuente inesperada de ingresos, cobrando a los usuarios 1 euro por cada uso.
Baños de pago en Atocha: una necesidad convertida en negocio
Las instalaciones sanitarias gestionadas por empresas como One Hundred Restrooms y 2theloo continúan operando con tarifas habituales a pesar del colapso en la estación. Varios pasajeros afirman haber tenido que pagar hasta cinco euros al día por ir al baño mientras esperan soluciones que no llegan.
“Llevo desde ayer aquí. No he podido salir de Madrid porque mi tren fue cancelado, y ya he pagado cuatro veces para ir al baño. Es un abuso”, denuncia Ana Muñoz, una viajera procedente de Valencia.
Aunque estos aseos ofrecen servicios premium como duchas, cambiadores y chequeo de salud, muchos consideran inaceptable que se cobre por algo básico en una situación de emergencia. Y lo más grave: no existen alternativas gratuitas accesibles para los viajeros sin billete en embarque.
Indignación en redes y denuncia de FACUA
Organizaciones como FACUA – Consumidores en Acción ya han calificado esta situación como “una práctica abusiva y de dudosa legalidad”. La asociación ha solicitado a Adif la apertura gratuita de los baños mientras dure la crisis generada por el apagón y el caos ferroviario.
“Una cosa es pagar por comodidad, otra muy distinta es cobrar por necesidad en plena emergencia humanitaria. Esto es lucrarse de una desgracia”, advirtió un portavoz de FACUA.
En redes sociales, Atocha se ha convertido en tendencia donde los pasajeros muestran su indignación de lo que está viviendo durante horas desde que se produjo el apagón se han hecho virales, acumulando miles de denuncias y quejas por parte de los afectados.
Solidaridad ciudadana frente a la indiferencia institucional
Mientras Renfe y Adif luchan por recuperar la normalidad en los servicios ferroviarios, han sido los propios ciudadanos quienes han reaccionado ante la emergencia. Casos como el de María José, una vecina madrileña que ofreció camas a familias varadas en la estación, se han multiplicado.
Atocha en estos momentos es un caos, más de 4 horas esperando a que nos reubiquen, no sabemos cuándo vamos a salir y nos llevan como locos de un lado a otro sin pedirnos los billetes.
España es una república bananera socialista. pic.twitter.com/W9MQVgmj0D
— David Santos (@davidsantosvlog) April 29, 2025
Pleno siglo XXI. No henos aprendido nada. Atocha a más 2 de la mañana pic.twitter.com/PYri4ckbb2
— Jose Luis Hernanz (@formichiki) April 29, 2025
“Aquí la gente está sin comida, sin trenes, sin respuestas… y aún tienen que pagar por mear. Es inhumano”, denunciaba un usuario..
Crisis ferroviaria por el apagón en la estación de tren
El apagón que paralizó a España ha puesto de relieve no solo la fragilidad del sistema eléctrico y ferroviario, sino también cómo la gestión privada de servicios básicos en espacios públicos puede derivar en situaciones éticamente cuestionables. En la Estación de Atocha, donde el suelo sirve de cama y el tiempo no avanza, ir al baño se ha convertido en un lujo que muchos no pueden permitirse.