Los españoles en cuarentena en el Hospital Gómez Ulla se encuentran «muy bien de moral» y ya han podido recibir comida y ropa de sus familiares.
Los 21 españoles repatriados el pasado viernes de Wuhan (China) que permanecen aislados en el Hospital Gómez Ulla de Madrid se encuentra «muy bien» de moral y han recibido comida, ropa y productos de aseo de sus familiares. Según ha asegurado a los medios uno de los familiares, se les puede dar todo tipo de comida, siempre y cuando esté todo envasado. En concreto, los españoles aislados han pedido queso, jamón y chocolate, así como ropa de manga corta y productos de aseo e higiene personal.
«Están como si estuvieran en casa dentro de las dificultades y el aislamiento, tienen la moral muy bien; es un grupo que se están ayudando unos a otros. Tienen juegos para jugar, su televisión, hablan entre ellos, incluso hay gente que está haciendo deporte», comentó este familiar. Además, celebra que las medidas de seguridad sean «rigurosas»: una visita al día durante 20 minutos y siempre la misma persona.
También la familiar de otro de los españoles aislados elogia las medidas de seguridad durante las visitas. «No los podemos tocar, las medidas de profilaxis son excelentes», ha señalado la mujer, que afirma que todos ellos están «perfectamente». En este sentido espera que no enferme ninguno de ellos para que en 14 días puedan salir del hospital.
Discriminación a personas de origen asiático
El director del centro de coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, ha pedido que no haya actitudes discriminatorias contra personas provenientes de China. Asimismo, descarta el cierre de fronteras «salvo última posición si realmente fuera necesario».
«Hay una cierta preocupación en la población y se está llegando a tener ciertas actitudes un tanto discriminatorias contra personas provenientes de China», ha lamentado. Por ello, ha hecho hincapié en que hay que «reducir este clima de preocupación» y «solucionar entre todos» el problema de discriminación que, a su juicio, «se está generando quizás por un exceso de información difícil de digerir». «No se tiene que considerar a cualquier persona de origen asiático de ser un caso sospechoso», ha indicado.
