España tiene visos de quedarse sola en el fin de las centrales nucleares y el previsible cierre de todas ella antes del año 2035, tras las noticias que hemos conocido de que Alemania se prepara para dar un giro en su política de cierre de nucleares. Según un principio de acuerdo de la coalición encabezada por el canciller Friedrich Merz, estarían analizando si es factible reactivar los últimos reactores nucleares y ver si es posible revertirla.
Hasta que se finalice dicho informe, está sobre la mesa paralizar de forma inmediata el desmantelamiento de estas centrales en colaboración con las empresas que están al frente de su puesta en marcha. Desde Alemania se han dado cuenta que fue un error, y sobre todo a raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, donde comprobaron las debilidades del gigante europeo y la dependencia energética que tenían sobre el petróleo y el gas ruso.
La coalición alemana estima que la energía nuclear puede ser un elemento fundamental para cumplir los objetivos climáticos y más cuando la UE calificó a este tipo de energía como energía limpia..
Alemania se va a centrar especialmente en las nuevas plantas nucleares, concretamente en reactores Modulares Pequeños (SMR), más avanzados tecnológicamente.
Europa apuesta por la energía nuclear, algo que pudimos ver esta misma semana, donde la Comisión Europea ha aprobado un paquete de ayudas de 5.000 millones de euros para avanzar en este tipo de energia, así como en la promoción de tecnologías de almacenamiento y captura de CO2, especialmente para industrias con emisiones difíciles de abatir.
En España, existe un clamor empresarial y por parte de la sociedad que no ampliar el cierre de las centrales nucleares seria un error que pagaríamos muy caro en los próximos años en términos de competitividad con respecto a nuestros socios europeos.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, señalaba recientemente que se ha demostrado que las centrales “son seguras y eficientes y son absolutamente necesarias para mantener las luces encendidas, sobre todo en los momentos de demanda y en lugares como los centros de datos en los que se requiere 24 horas al día, siete días de la semana”.
Y es que la estrategia es que, en apenas 2 años, la primera en clausurar sus instalaciones sería la central nuclear de Almaraz, en Cáceres. Y, en los siguientes 7 años, ir progresivamente echando el cierre a las otras 5 que hay en España. Supone que el cierre de Almaraz parece ahora mismo inevitable”, algo que supondría la pérdida de más de 1.000 trabajadores directos o indirectos “o una reducción de ingresos para la región”, en una zona perteneciente a la España vaciada y donde las alternativas empresariales al cierre son casi nulas, como pudimos ver cuando se cerró la central de Garoña en Burgos.
Un informe de la Comunidad de Madrid advierte de las graves consecuencias del cierre de centrales nucleares
La Comunidad de Madrid ha publicado recientemente un informe en el que alerta sobre los efectos negativos de la planificación energética estatal para 2025-2030 y el cierre de las cinco centrales nucleares en España. Según el informe:
- La factura de la luz se podría incrementar un 23% para los ciudadanos y pequeñas empresas y hasta un 35% para la industria.
- El suministro de electricidad estaría en peligro en situaciones de alta demanda y baja producción de energía renovable como la fotovoltaica o la eólica.
- La energía nuclear evita la emisión de 30 millones de toneladas de CO₂ al año, contribuyendo a la sosteninbilidad energética.
- Genera 30.000 empleos tanto directos como indirectos principalmente en zonas rurales que dependen económicamente de estas centrales nucleares .