El multimillonario Elon Musk, conocido por liderar empresas como Tesla y SpaceX, vuelve a ser centro de la polémica tras ser acusado de consumir drogas que coincide con el anuncio de su salida del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Estados Unidos.
La polémica stalló este viernes, cuando Musk evitó responder a una pregunta sobre un artículo publicado por The New York Times, que lo acusa de haber consumido drogas ilegales durante la campaña presidencial del actual presidente, Donald Trump. «¿Es The New York Times la misma publicación que ganó un Pulitzer por noticias falsas sobre el Russiagate?«, respondió Musk durante una rueda de prensa junto a Trump, en referencia a las acusaciones de interferencia rusa en las elecciones de 2016.
Acusaciones de consumo de drogas por parte de Elon Musk
Según el reportaje del New York Times, fuentes anónimas cercanas a Musk aseguran que el empresario habría consumido ketamina, éxtasis y hongos psicodélicos durante su ascenso político y, especialmente, tras su donación de 275 millones de dólares a la campaña de Donald Trump.
Las mismas fuentes indican que, una vez al frente del DOGE, Musk habría desarrollado un hábito severo de consumo de ketamina, llegando a consumirla de forma casi diaria. Esta conducta contradice sus propias declaraciones en entrevistas pasadas, donde afirmó usar “una pequeña cantidad cada dos semanas”.
En una conversación con Don Lemon en marzo de 2024, Musk restó importancia al tema: «Si has consumido demasiada ketamina, no puedes trabajar bien, y yo tengo mucho trabajo».
Sin embargo, el Times también informa que Musk mencionó a su círculo cercano que su uso de ketamina estaba afectando su vejiga, un efecto secundario conocido del abuso crónico de esta droga, según la DEA (Administración de Control de Drogas).
Contenido sospechoso en su caja de medicamentos
El artículo señala que la caja personal de Musk contenía pastillas con etiquetas de Adderall, además de otras sustancias no identificadas. Fotografías del contenedor vistas por el Times confirmarían la mezcla de medicamentos, lo que genera aún más dudas sobre la capacidad de Musk para desempeñar funciones gubernamentales de alto nivel.
Tampoco está claro si Musk estaba bajo los efectos de drogas durante su participación en reuniones confidenciales en la Casa Blanca, donde tuvo poder de decisión sobre recortes presupuestarios federales.
La Casa Blanca evita responder las acusaciones del consumo de drogas sobre Musk
Cuando los periodistas preguntaron sobre si Musk se sometió a alguna prueba de drogas, el portavoz de la Casa Blanca, Harrison Fields, evitó una respuesta directa. «Musk ha logrado más para los contribuyentes estadounidenses que muchos políticos de carrera», declaró Fields.
El empresario anunció su salida del servicio gubernamental el miércoles por la noche, después de varios meses marcados por un comportamiento errático y polémico, que incluyó insultos a miembros del gabinete e incluso un saludo nazi durante un mitin político.
La DEA clasifica el éxtasis como una sustancia prohibida (Lista I), sin uso médico aceptado, lo que lo hace ilegal para cualquier empleado federal. En el caso de Musk, su estatus como «empleado especial del gobierno» lo eximía de algunas normas, aunque el uso recreativo de ketamina —una droga de la Lista III— combinado con otras sustancias, probablemente infringe políticas laborales federales.
Elon Musk asegura que seguirá como asesor de Trump
Pese a su salida formal, Musk ha asegurado que seguirá siendo un «asesor cercano» de Donald Trump. «Si hay algo que el presidente quiera que haga, estoy a su servicio», declaró Musk, añadiendo que el equipo que deja en el Departamento de Eficiencia Gubernamental “está haciendo un trabajo increíble”.
El magnate, a quien Trump describió como un aliado estratégico, afirmó haber sufrido “abusos, calumnias, mentiras y ataques escandalosos” por parte de sus detractores, pero sostiene que no se retira por completo del Gobierno: “Va a estar yendo y viniendo”, concluyó Trump.
El anuncio de su salida se produjo solo un día después de que Musk criticara públicamente el proyecto de reforma fiscal impulsado por Trump, calificándolo de “insuficiente”. Esta ruptura en política económica habría sido el detonante final para su abandono del DOGE.