El arte urbano de Banksy llega en forma de réplica de 180 de las obras del artista a Madrid, una idea que ya ha pasado por ciudades como Nueva York o Barcelona, y en la que la originalidad de las piezas es secundaria.
La idea de esta exposición nace en 2018 impulsada por Haziz Vardar quien se ha encargado de reunir a artistas callejeros de todas partes de Europa para que recreen las obras del artista.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el coordinador de visitas guiadas del Museo Banksy de Madrid, Ramón Arteaga, afirma que el museo ha sido estructurada por secciones geográficas que recorren diferentes países donde Banksy ha desarrollado su obra, «desde Estados Unidos hasta un recorrido por Europa, pasando por Reino Unido, Italia, Francia, y secciones dedicadas a temáticas como inmigración y conflictos bélicos».
El museo, ubicado en el número uno del Paseo de la Esperanza, en Arganzuela, busca principalmente difundir el mensaje artístico de Banksy, según ha manifestado su coordinador.
«Lo que nosotros buscamos es la difusión, es poder dar a conocer su mensaje, su obra y qué es lo que él busca transmitir», ha señalado, enfatizando que el proyecto no persigue la comercialización de la obra.
La muestra abarca diferentes técnicas artísticas del creador, «desde murales con estarcido y graffiti con plantilla, hasta pinturas al óleo, acrílico, serigrafía, diseño digital e incluso escultura», ha precisado Arteaga, quien ha destacado que el objetivo es invitar a la reflexión sobre realidades contemporáneas.
Banksy nunca se ha pronunciado en contra de iniciativas como este tipo de museos, sí ha mostrado su negativa hacia la venta de arte y ha intentado mantenerse «independiente» del mercado del arte. Sin embargo, ha vendido varias obras por debajo del precio de mercado a través de Pest Control, la única empresa oficial que puede autentificar y vender cualquier grabado de Banksy.
Aunque se conocen muy pocos datos biográficos de Banksy, los estudiosos que le siguen creen que podría ser natural de Bristol (Reino Unido) y es precisamente en esta zona donde se ha mostrado más prolífico, más del 80% de sus obras han sido realizadas en el Reino Unido.
La primera gran pintura mural que se le conoce es ‘The Mild Mild West’, realizada en 1999 en Stokes Croft, Bristol, y representa a un osito de peluche lanzando un cóctel Molotov sobre tres agentes antidisturbios. Su copia está en el museo.
La guerra en Palestina y Ucrania, presentes en la muestra
Entre las obras que componen la muestra hay alguna dedicadas a territorios como Palestina o Ucrania, donde los conflictos bélicos y humanitarios siguen activos.
Precisamente, uno de los destacados del museo está dedicado al Muro de Belén en Cisjordania, lugar que Banksy ha intervenido repetidamente con obras cargadas de mensaje político.
Además, se incluyen las réplicas de las obras más reciente, el pasado verano en Londres, centradas en la temática animal. Una de las instalaciones comprende al rinoceronte sobre un Nissan Micra abandonado, que mide 3,7 metros de largo y 2 metros de altura.