La percepción positiva de los ciudadanos españoles sobre el Sistema Nacional de Salud (SNS) ha disminuido con respecto al año anterior ya que, mientras que el año pasado un 55% de españoles afirmaba que la calidad del sistema de salud español era bueno o muy bueno, este año los que siguen opinando así son solo un 43%, y el 58% sitúa la falta de personal como el principal problema, según estudio de Ipsos ‘Health Service Report 2024’.
En esta línea, disminuye también el número de ciudadanos que confía en que su sistema de salud pueda ofrecerle el mejor tratamiento, concretamente, de media global, tres puntos menos que en 2023, quedándose en el 48%. Mientras que en España se registra un descenso muy significativo, de hasta 10 puntos, pasando del 69% del año pasado a un 59% en esta última edición.
En consecuencia, cuando se pregunta si esperan que la calidad del sistema mejore o empeore en los próximos años, el porcentaje de aquellos que cree que puede mejorar en España, desciende en la misma proporción, concretamente, 11 puntos menos que el año pasado, quedándose solo en el 29 por ciento de españoles que albergan esa esperanza.
Un descenso mucho mayor que a nivel global, donde solo baja dos puntos.
Asimismo, también hay una percepción mayoritaria sobre que el sistema está demasiado saturado y desbordado, así lo creen, de media global, un 64% de ciudadanos (2 puntos más que en 2023), y un 71% de españoles (un punto más que en 2023).
También es la mayoría de la población española los que piensan que las listas de espera son demasiado largas, un 73% frente al 75% del año pasado.
Por otro lado, los ciudadanos no han percibido que se haya mejorado el acceso a una sanidad de calidad en sus países, siendo el mismo porcentaje de media global (61%) que el año pasado los que creen que mucha gente en sus países no puede permitirse una buena atención sanitaria.
Lo mismo se registra en España, manteniendo el dato de 2023, el 57% comparten que existe este problema.
La falta de personal: un problema universal en la sanidad
A nivel global, los ciudadanos sitúan las largas listas de espera como el mayor problema de la sanidad pública (46% de media), la falta de personal le sigue de cerca como el gran desafío a abordar (45% de media), en tercer lugar, están los costes de acceso a los tratamientos (32% de media).
En cuarto lugar, los ciudadanos sitúan, a nivel global, el envejecimiento de la población como un reto a afrontar de cara al futuro (23% de media), y, en quinto lugar, la burocracia se erige como una de las principales barreras que entorpecen el buen funcionamiento de la sanidad (22% de media).
En España, el listado de retos varía ligeramente en comparación al global, así, los españoles sitúan a la falta de personal como el principal problema de la sanidad en España (58%), una cifra que apenas varía respecto al año pasado (57%) pero que sí ha aumentado notablemente desde 2018, aumentando en 9 puntos.
En segundo lugar, el desafío más señalado por la población en España han sido las largas listas de espera (52%), un aspecto que no ha variado en los últimos seis años.
En tercer lugar, en España se señala a la poca inversión en el sistema (40%), seguido también de la poca inversión en salud preventiva (27%), y, en quinto lugar, los españoles señalan el reto de afrontar el envejecimiento de la población (23%).
Mujeres jóvenes, las más preocupadas por la salud mental
La salud es siempre la mayor prioridad en la vida de una persona. Pero no todos los aspectos nos preocupan igual, de hecho, el estudio de este año revela que, por tercer año consecutivo, la salud mental es lo que más preocupa a los ciudadanos de todos los países (45% de media global).
La preocupación por estos problemas de salud sufrió un cambio fundamental a raíz de la pandemia en comparación con 2018, así, hace seis años solo el 27% de media global, situaba a la salud mental como uno de los mayores problemas de salud, situándolo en tercer lugar, mientras que hoy lidera la lista de preocupaciones.
En segundo lugar, un 38% de ciudadanos, de media global, sitúan al cáncer como el mayor problema de salud al que se enfrentan, observándose como con el paso de los años esta enfermedad, que cada vez afecta a más personas y cada vez más jóvenes, es percibida con menor preocupación por parte de la población. El estrés ocupa el tercer lugar de esta lista (31% de media global), seguido de la obesidad (26% de media global).
España sigue la misma tendencia de la población mundial. La salud mental es actualmente el mayor problema de salud al que se enfrenta la ciudadanía, un 59% así lo considera, dos puntos menos que el año pasado, pero 36 más que en 2018.
Por su parte, el cáncer ocupa el segundo lugar en nivel de preocupación con un 51%, bajando dos puntos respecto a 2023 pero 17 puntos desde 2018. Igualmente, el estrés ocupa el tercer puesto, con un 36 por ciento, tres puntos más que en la anterior edición y 11 puntos más respecto a 2018, y la obesidad, el cuarto con un 25% (que registra una bajada de tres puntos).
En cuanto a géneros, las mujeres muestran una mayor preocupación por la salud mental, a nivel global, de media, un 51% de las ciudadanas señala la salud mental como el mayor problema al que se enfrenta la población de su país, mientras que en los hombres se queda en un 40%.
Una diferencia todavía mayor en España, donde un 66% de las mujeres expresan su preocupación sobre este asunto, 15 puntos menos que entre los hombres (51%).