Por fin, las históricas protestas de los vecinos del barrio Virgen del Cortijo han tenido respuesta. Hace solamente unas semanas, el Ayuntanmiento de la ciudad anunciaba la retirada de una de las dos fábricas de hormigón situada en la Avenida de Manoteras, y que tan molesta ha hecho la vida a estos madrileños durante más de 30 años.
La empresa dueña de esta cementera, Hormicemex S.A., y el Área de Urbanismo, Vivienda e Infraes-tructuras han firmado un acuerdo en el que se establece el fin de la actividad de esta nociva fábrica, como muy tarde, el 31 de diciembre. Si así no se produjera, el Ayuntamiento de Madrid podría proceder al cese de la actividad y demolición de la misma.
Si por el contrario, el acuerdo se cumple, esta fábrica será trasladada a otro lugar de la ciudad. De momento, el espacio elegido para instalar dicha planta de hormigón será el Polígono Industrial de Vicálvaro, hasta que pueda llevarse a su lugar definitivo, el Camino de la Dehesa.
Los vecinos de Virgen del Cortijo, escépticos con la medida, aseguran no paralizar sus movilizaciones ahora, porque aunque hayan conseguido el traslado de esta fábrica, unos metros más arriba, también en la Avenida de Manoteras, se encuentra otra de las mismas características. La batalla contra la contaminación que sufren continuará hasta que, de una vez por todas, estos vecinos de Hortaleza puedan respirar tranquilos aire limpio.
