La Unidad de la Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional detuvo a dos agentes municipales de Madrid.
El motivo de la detención es un presunto abuso sexual a una joven venezolana en La Elipa, en el distrito de Ciudad Lineal, según informaron fuentes policiales a Europa Press.
Los hechos ocurrieron el sábado 19 de diciembre, cuando los agentes en cuestión durante su turno, en jornada de horas extraordinarias, siguieron a una joven de 27 años en La Elipa.
Cuando la mujer entró en un portal de la calle Ricardo Ortiz, los policías locales se metieron con ella, procediendo a cachearle con el justificante de que podía ocultar algo ilícito.
En ese momento, según las mismas fuentes, uno de los agentes le metió la mano por la camiseta, tocándole los senos por dentro del sujetador.
Luego, le bajó los pantalones para manosearle las nalgas y la vagina, mientras el otro agente miraba y lo consentía.
Acto seguido le pidieron el número a la chica y, esa misma noche, le mandaron por WhatsApp fotos de ellos desnudos, según el relato de la mujer publicado por el diario El Mundo.
La víctima de estos presuntos abusos denunció los hechos aportando dichas fotos y una grabación de móvil, por lo que los agentes fueron arrestados al día siguiente.
Tras ser puestos a disposición judicial, quedaron libres con cargos a la espera del juicio y fueron retirados del servicio temporalmente.
Asimismo, la Policía Municipal les abrió un expediente disciplinario.
Los agentes niegan los hechos
De acuerdo a lo publicado por el diario El Mundo, los agentes en cuestión negaron los hechos, y aseguraron que solo le registraron el bolso a la joven, pero no le enviaron ninguna foto.
Sin embargo, uno de ellos admitió que al día siguiente le envió dos mensajes a la chica, y que en la foto de perfil de su WhatsApp tiene una imagen con el torso desnudo.
En cuanto a su versión de lo sucedido aquella noche, afirmaron que la joven incumplía el toque de queda, pues ya eran la 1:00 am, razón por la cual decidieron acercarse a ella.
Según los policías, en ese momento la mujer escondió su bolso, por lo que procedieron a mirar si llevaba algo sospechoso.
Fuentes sindicales aseveran que «es improbable que hubieran abusado de la chica» para luego pedirle el número, y que «la joven denunció al día siguiente por temor a ser denunciada».