La Policía Nacional ha detenido en la Arrecife, la capital de Lanzarote a un entrenador de fútbol base de 34 años, acusado de cometer múltiples delitos sexuales contra menores, entre ellos pornografía infantil, agresión sexual, ciberacoso (child grooming), inducción a la prostitución y exhibicionismo. El arresto tuvo lugar el pasado 10 de abril, en el marco de una investigación desarrollada por agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM).
La detención se produce tras una primera denuncia en noviembre de 2024, cuando uno de los menores entrenados por el acusado informó de un caso de ciberacoso. En ese momento, la Policía Nacional intervino diversos dispositivos electrónicos del investigado, cuyo análisis permitió descubrir la existencia de más víctimas y material comprometedor.
Durante la investigación, se identificaron al menos ocho menores que habrían sido víctimas del acusado. Todos ellos pertenecían a equipos que él mismo entrenaba. Las pesquisas han revelado que el sospechoso utilizaba redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea para contactar con los niños, ganarse su confianza, y posteriormente solicitarles contenido sexual explícito o concertar encuentros físicos.
Dos de las víctimas habían denunciado al entrenador de fútbol por agresiones sexuales
Dos de las víctimas han denunciado agresiones sexuales consumadas, mientras que el resto confirma haber sido objeto de chantajes y acoso digital. Según fuentes policiales, el entrenador mantenía una doble vida que contrastaba con su imagen pública de educador deportivo.
El detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Arrecife, que ha decretado su ingreso inmediato en prisión preventiva. Las autoridades no descartan que existan más afectados, por lo que han habilitado líneas de colaboración para que cualquier persona que disponga de información relevante pueda aportar datos de forma confidencial.
Desde la Policía Nacional se ha lanzado un mensaje de apoyo a las familias y se ha subrayado la importancia de mantener una comunicación fluida entre padres e hijos, además de reforzar el control del uso de dispositivos electrónicos por parte de los menores.
Este nuevo caso pone el foco sobre el riesgo creciente de delitos sexuales a través de internet y la necesidad de que los clubes deportivos cuenten con protocolos claros de actuación ante cualquier sospecha de abuso o comportamiento inapropiado.
La Policía Nacional continúa con la investigación abierta y recuerda que la colaboración ciudadana puede ser clave para evitar nuevos casos de explotación infantil.
