Una banda criminal que exportaba ‘tusi’ de Moralzarzal a Estados Unidos ocultándola en el interior de altavoces y lámparas ha sido desmantelada por agentes de la Guardia Civil de la Unidad Fiscal y Fronteras de Madrid, cuya sede está ubicada en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Este grupo de narcotraficantes, que se dedicaba a elaborar y exportar cocaína rosa al país norteamericano, cayó luego de que la Guardia Civil detectara en 2024, gracias a las medidas de análisis de riesgos, varios envíos postales que contenían sustancias estupefacientes y seguían un mismo patrón de actuación.
Fue entonces cuando inició la denominada ‘Operación Ketauro’, según el comunicado de las autoridades, mediante la cual se trabajó durante más de un año debido a que los nueve integrantes del entramado criminal dificultaban su identificación y localización empleando identidades falsas en los envíos.
Sin embargo, la Guardia Civil avanzó con las investigaciones y finalmente pudo dar con la vivienda en la que guardaban el dinero producto de la actividad ilícita, así como también con el chalet de Moralzarzal que servía de laboratorio para la elaboración de las drogas sintéticas.
Las operaciones de la banda las dirigía y supervisaba un hombre joven, mientras que los otros formaban el segundo escalón que cocinaba la droga mezclando ketamina y MDMA, para luego añadir el colorante que le da ese color rosa tan característico.
Una vez preparadas las sustancias para la distribución y venta, esos miembros del grupo realizaban los envíos postales internacionales hacia Nueva Jersey, donde la Agencia de Fronteras y Aduanas (CBP) del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU ha colaborado estrechamente con la Guardia Civil para detectar la existencia del flujo continuo de envíos postales.
Tras la colaboración internacional entre España y Estados Unidos se pudo detener al integrante del grupo que receptaba los envíos con ‘tusi’ en Nueva Jersey, gracias a una entrega controlada en Nueva Jersey por parte de las autoridades norteamericanas.
En concreto, la operación culminó con la detención de siete personas y la investigación de otras dos, luego de las entradas y registros tanto en el piso que ocultaban el dinero, como en el chalet que utilizaban como laboratorio, interviniéndose en total una arma de fuego, otra de aire comprimido, 20.000 euros en moneda fraccionadas y 4.650 gramos de sustancias estupefacientes.
Por estos hechos a la banda, conformada por seis hombres y tres mujeres con edades comprendidas entre los 20 y los 56 años de edad, se les imputan delitos de tenencia ilícitas de armas, pertenencia a grupo criminal y contra la salud pública.