Eran las 0.45 de la madrugada del pasado sábado cuando una enorme explosión sorprendió a los vecinos de las doce viviendas del número cuatro de la calle San Silvestre, en el distrito de Carabanchel. Desde entonces agentes del Cuerpo Nacional de Policía están en la búsqueda del posible causante de los hechos: un colombiano de entre 30 y 40 años que se encontraba de alquiler y que puede que tuviera un laboratorio de droga en su domicilio.
“Estaba en la cama y se oyó un gran estruendo. En cuanto me asomé las llamas ya llegaban hasta mi casa”, afirma una de las vecinas del segundo piso. La explosión y el posterior incendio, que se produjo en el primer piso, provocaron la caída del cerramiento exterior de la vivienda a un patio interior, donde había aparcados tres vehículos sobre los que cayeron los escombros. Las llamas llenaron de humo el resto de viviendas y las fuerzas de seguridad tuvieron que desalojar el edificio. Aunque no hubo víctimas dos vecinas tuvieron que ser atendidas por el Samur-Protección Civil ya que presentaban sendas crisis de ansiedad. Tres fueron los coches de bomberos que se necesitaron para sofocar el incendio posibilitando el regreso de los vecinos a sus casas poco después de los hechos. “Ahora mismo no puedo vivir en mi casa. Los vecinos del 2ºA y 3ºA no tenemos ni luz ni gas”, denunciaba una vecina.
Posible laboratorio particular
Se barajan dos principales hipótesis sobre los hechos. La primera la posibilidad de que se tratase de un escape de gas y la segunda la que confirmó el sábado un portavoz policial: que la vivienda albergaba un laboratorio de drogas y que la explosión se produjo por alguna reaccion química. Aunque prima más la segunda las autoridades policiales continúan con la investigación.
