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La Comunidad aboga por conservar los restos del palacio de Godoy

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Obras en la calle Bailén, donde se hallaron los restos

El Gobierno regional se muestra partidario de conservar los restos del palacio de Godoy, aunque ello suponga un incremento del presupuesto.

La Comunidad de Madrid aboga por conservar los restos del palacio de Godoy hallados en la calle Bailén al poco de iniciarse los trabajos de reforma de Plaza España. Así lo ha indicado la consejera de Cultura y Turismo, Marta Rivera (Cs), en respuesta a la demanda de protección de los vestigios por parte del Ayuntamiento de la capital. «Estamos totalmente alineados», sostiene la representante autonómica respecto a promover tal protección.

Rivera admite que la conservación del palacio «eso supondrá un esfuerzo presupuestario mayor y un poco más de paciencia». Por su parte, desde el Ejecutivo local indican que el coste de las obras «no será elevado». Como tampoco la demora de los trabajos. «Hablamos de un mes, no estamos hablando de un retraso notable», ha apuntado la consejera. Ésta ha puntualizado que «lo fundamental tiene que ser la conservación del patrimonio».

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Numerosos usos del palacio

Fue a raíz de los trabajados de reforma de Plaza España cuando se descubrieron los restos arqueológicos. El informe de actuación sobre los restos hallados en la calle Bailén reveló que éstos pertenecen a los sótanos del Palacio del Marqués de Grimaldi o Palacio de Godoy; no a las Caballerizas Reales de la Regalada del reinado de Felipe II, como se apuntó en un principio.

El complejo hizo las veces de salón de sesiones para la cámara única durante el trienio liberal -entre 1820 y 1823-; siendo utilizado como iglesia durante los últimos los de Fernando VII. Posteriormente, el palacio fue ocupado por Manuel Godoy, sufriendo la estructura las consecuencias de un grave incendio la noche del 30 de noviembre de 1846.

La configuración de este edifico tuvo vital importancia en la definición del espacio público de este entorno. Y es que la infraestructura se adaptó para resolver la convergencia de la calle Torija con la calle de Bailen. Ya en el año 1932 se demolió parte del edificio para proceder a la ampliación de la vía que actualmente está en obras, quedando esta manzana alineada con la situada más al sur.

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