El último barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), dependiente de Félix Tezanos, publicado hoy, ha vuelto a desatar la polémica. Según los datos oficiales, el PSOE se mantiene como primera fuerza política en intención de voto con un 32%, a pesar de perder seis décimas respecto al mes anterior.
El Partido Popular, por su parte, recorta distancias y sube tres puntos, situándose en el 29,3%. La distancia entre ambas formaciones se estrecha a 2,7 puntos, pero el CIS sigue colocando al PSOE en cabeza, a pesar del terremoto político tras el apagón eléctrico del pasado 28 de abril., sin contar en dicha encuesta la polémica de los Whatsapp entre Sánchez y Ábalos ya que fue realizada antes.
La tercera plaza seguiria siendo para VOX, que cae medio punto hasta el 13,/%, por detrás estaría Sumar con un 6,1%, Podemos con un 4,3% y Se Acabó La Fiesta obtendría un 1,5%.
El resultado sorprende si se compara con otras encuestas independientes. Por ejemplo, el último sondeo de 40dB para El País y la Cadena SER sitúa al PP por delante, con un 33,9% frente al 29,3% del PSOE, lo que implicaría una ventaja de más de 4 puntos para los populares. Otro barómetro reciente de Sigma Dos para El Mundo también refleja una tendencia similar: el Partido Popular en ascenso y el PSOE en retroceso.
Ante estas divergencias, muchos se preguntan si el CIS dirigido por José Félix Tezanos refleja fielmente la realidad social o si, por el contrario, responde a una agenda política al servicio del Gobierno. No es la primera vez que se cuestiona la imparcialidad del organismo desde que Pedro Sánchez nombrara a Tezanos presidente del instituto demoscópico.
La valoración del Gobierno tras el apagón en el CIS
El apagón eléctrico que dejó a millones de personas sin luz el pasado 28 de abril ha tenido un claro impacto en la percepción pública del Gobierno. La gestión confusa, la falta de explicaciones y el secretismo en torno a las causas reales del incidente han generado malestar entre los ciudadanos. Desde entonces, el Partido Popular ha ganado visibilidad al exigir responsabilidades y una comisión de investigación parlamentaria.
Sin embargo, el CIS parece no haber recogido ese malestar. De hecho, el barómetro mantiene una línea continuista, similar a la de meses anteriores, ignorando por completo la crisis de confianza que empieza a crecer entre los votantes del Gobierno. El dato más llamativo es que, según el CIS, el PSOE sigue siendo el partido preferido incluso después de un episodio que ha dejado al Ejecutivo en entredicho.
Para muchos analistas, la última entrega del CIS confirma una estrategia política: mantener artificialmente la percepción de que el PSOE sigue siendo la primera fuerza política con el objetivo de influir en la opinión pública y desmotivar a los votantes del PP.
La doble vara de medir y el uso político de los datos de la encuesta
Resulta especialmente revelador que el CIS publique estos datos cuando el Ejecutivo atraviesa uno de sus peores momentos, no solo por el apagón, sino también por la reaparición del caso Koldo, los Whatsapp entre Sánchez y Ábalos y el creciente escrutinio sobre la figura de Begoña Gómez. En este contexto, ofrecer una imagen de fortaleza electoral del PSOE es, para muchos, una maniobra calculada para proteger políticamente al presidente del Gobierno.
Además, los sondeos del CIS tienden a infravalorar la intención de voto de partidos como VOX, lo que ha llevado a la oposición a denunciar una doble vara de medir en la recogida y el tratamiento de los datos. La falta de transparencia metodológica y la interpretación subjetiva de los resultados refuerzan la idea de que el organismo actúa más como un instrumento de propaganda que como un centro independiente de análisis político.
La diferencia entre los datos del CIS y los de otras encuestadoras privadas pone de relieve la necesidad urgente de independencia en los organismos públicos de análisis sociológico.