Este mural ha sido objeto de choques políticos al haber sido aprobada su retirada inicialmente en la Junta de Gobierno del Distrito de Ciudad Lineal por parte de PP, Cs y Vox, a propuesta de este último partido.
Cerca de 400 mujeres gitanas que residen en Madrid han condenado el mural feminista de Ciudad Lineal restituido recientemente, luego de que el colectivo de artistas urbanos que se encargó de su restitución ignorara su petición de incluir en la obra a Alfreda Noncia, una polaca de etnia gitana que durante la Segunda Guerra Mundial salvó la vida de decenas de niños judíos.
Dicha solicitud fue realizada y firmada por estas gitanas madrileñas que buscaban tener una representación en el mural feminista de Ciudad Lineal.
«Sus promesas eran vacías, haciendo uso de un silencio cómplice y antigitano, no trasladando en sus reuniones la necesidad de incluir a una mujer gitana a las defensoras del mural, a la Junta Municipal o al Ministerio», ha fustigado una de ellas.
Su nombre es Estefanía Ruiz, activista que fue una de las primeras en dar un paso al frente para salvar el mural feminista tras su vandalización el pasado 8M, Día de la Mujer. Para ello, se asoció con una marca para diseñar una camiseta solidaria en homenaje a las protagonistas de la obra. No obstante, dicho esfuerzo no le valió para sumar el nombre de Noncia a la misma.