El entorno situado entre la Ave-nida de Logroño, el Paseo de la Alameda de Osuna y la M-40 se va a convertir en una zona totalmente habitable para los madrileños que quieran instalarse en este distrito. Según lo acordado en la Junta de Gobierno, el Ayuntamiento va a urbanizar más de 23.000 metros cuadrados en este entramado, todavía hoy sin desarrollar. La actuación consiste en la creación de zonas verdes (un total de 2.175 metros cuadrados), donde también se construirá un paseo pavimentado que servirá también de zona estancial y que contará con 22 nuevos árboles y 1.560 arbustos.
En cuanto a las zonas residenciales, se tiene pensado construir unas 75 viviendas unifamiliares, pues el proyecto dedica a este uso un total de 15.330 metros cuadrados. Además de todo ello, se crearán también nuevas redes de saneamiento, alumbrado público y se retranqueará una tubería de abastecimiento de agua a suelo público. Sin olvidar que en la Avenida de Logroño se piensan acondicionar las aceras, y se adecuará la trama viaria existente a las alineaciones oficiales definidas por el Plan General para esta misma avenida y para la Alameda de Osuna.
La otra cara de la moneda
Pero estas nuevas equipaciones han traido consigo también la polémica. Al parecer, algunas de las familias que habitan en el punto de unión entre la Avenida de Logroño con la M-40 están teniendo problemas con sus propiedades. Un conflicto legal los sitúa como propietarios de sus viviendas, donde llevan viviendo toda su vida, pero el suelo está calificado como zona verde titularidad del Ayuntamiento. Este hecho supone que estas familias no puedan arreglar sus viviendas como ellos desearían, por lo que el aspecto de su hogar es bastante lamentable de cara al exterior. A pesar de que el terreno les pertenece a estos vecinos por vivir allí desde hace más de treinta años, y sin que nadie se lo haya reclamado, no tienen derecho a realizar obras de restauración en el inmueble pues no tienen ninguna licencia que se lo permita.
