Los casos de presunta agresión sexual a seis alumnas del Colegio Highlands El Encinar por parte del excapellán, han llevado a dicho centro a implementar medidas tales como canales de denuncias y nuevos protocolos, toda vez que el presunto agresor se encuentra en libertad provisional y con la medida cautelar de no poder acercarse ni a la escuela ni a las menores.
En un comunicado, el colegio dirigido ahora por Marilú Álvarez ha destacado la necesidad de implementar ocho acciones «para el fortalecimiento de los ambientes seguros y la cultura del cuidado», tras haber realizado un balance «fruto del análisis interno y de la auditoría externa» que ha dejado «aprendizajes».
Asimismo, ha anunciado que realizarán nuevas formaciones específicas sobre ambientes seguros, canales de denuncia e identificación de situaciones irregulares, así como una revisión anual para auditar la implementación de todas estas nuevas medidas, entre las que resaltan también la revisión de «la descripción de puestos del personal consagrado».
De igual manera, crearán un «protocolo ampliado de seguridad en los accesos, de la mano de una empresa externa», y establecerán «procedimientos oficiales para enfermería», así como para la «supervisión de patios».
En dicha carta, Álvarez asegura que todo esto lo hacen «sin pasar página de lo sucedido y antes de concluir el curso», reconociendo que «la comunidad educativa ha demostrado una gran capacidad de resiliencia y una voluntad sincera de construir», y reafirmando su compromiso firme de actuar con responsabilidad para que el colegio sea un verdadero espacio seguro.
Asimismo, ha insistido en que colaborarán con las autoridades que investigan el caso y estarán siempre cerca de las familias afectadas.
Aprendizajes y decisiones
Entre las «lecciones aprendidas», el Highlands El Encinar subraya aspectos relacionados con la sensibilización y formación para prevenir, detectar y actuar ante los signos de cualquier tipo de riesgo de agresión contra los menores, así como con la cultura del registro de incidencias para su trazabilidad y seguimiento o con los procedimientos de selección del personal consagrado.
De igual modo, se comprometen a fortalecer la acogida de las personas que presenten una denuncia y a cumplir con los códigos de conducta, y han recordado la decisión de incorporar a un responsable de Ambientes Seguros a partir de septiembre, así como el acompañamiento psicológico a las familias y profesores que lo han requerido y la auditoría externa.
Como parte de las 15 acciones ya realizadas, el balance cita también la creación de un comité de bienestar escolar, el nuevo proceso de selección para el personal consagrado equiparado al del personal laico y, cómo no, la dimisión del exdirector. También se llevará a cabo el programa ‘Escudo de la dignidad’, para prevenir, detener e intervenir ante cualquier forma de abuso.
Finalmente, se han tomado 30 medidas de refuerzo en seguridad, se ha revisado el servicio de enfermería y se ha ratificado el compromiso de ser «un lugar donde los alumnos crezcan seguros, respetados, amados y acompañados», poniendo en valor siempre el papel fundamental de cada miembro de la comunidad escolar para lograrlo.