El apagón eléctrico de este lunes ha dejado al descubierto no solo las debilidades técnicas de la red energética española, sino también una crisis de liderazgo al frente de Red Eléctrica de España (Redeia). En el centro de la polémica se encuentra Beatriz Corredor, presidenta no ejecutiva de Redeia desde 2020, quien no ha hecho ninguna declaración pública en plena emergencia nacional, mientras millones de ciudadanos sufrían cortes de luz, telecomunicaciones y servicios esenciales.
Beatriz Corredor: un sueldo millonario sin formación energética
Desde su nombramiento, Beatriz Corredor ha cobrado más de 2,5 millones de euros como presidenta de Redeia, con una retribución anual de 546.000 euros. Este sueldo, superior incluso al del presidente del Gobierno, ha generado indignación entre sindicatos, técnicos del sector eléctrico y ciudadanos, especialmente tras el apagón histórico que ha puesto en jaque al país.
A lo largo de los últimos cinco años, Corredor ha acumulado una retribución fija de 530.000 euros anuales, más dietas y beneficios adicionales como presidenta del consejo de administración. Su retribución no depende de objetivos técnicos ni operativos, lo que ha intensificado las críticas en medio de una crisis energética sin precedentes.
Pero más allá del sueldo, lo más preocupante es que Beatriz Corredor no tiene formación técnica en materia energética ni experiencia previa en la gestión de sistemas eléctricos. Licenciada en Derecho y registradora de la propiedad, su perfil responde más a un nombramiento político que a una designación basada en méritos técnicos.
Una ministra sin resultados en vivienda
La trayectoria política de Beatriz Corredor también está marcada por su paso como ministra de Vivienda entre 2008 y 2010 en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En aquella etapa, no logró frenar el aumento del precio de la vivienda, que siguió encareciéndose incluso en los momentos iniciales de la crisis financiera global.
Pese a que su Ministerio tuvo un papel clave en la política habitacional durante la burbuja inmobiliaria, no se tomaron medidas efectivas para aumentar el parque de vivienda pública ni para regular el mercado de alquiler.
Su gestión fue duramente cuestionada por expertos y organizaciones sociales, que la señalaron como una oportunidad perdida para haber promovido un modelo más justo y accesible de vivienda.
Silencio de la presidenta de Red Eléctrica durante el apagón
Durante el apagón de ayer lunes, Beatriz Corredor no apareció públicamente ni ofreció declaraciones institucionales, a pesar de ser la presidenta de Red Eléctrica (Redeia), empresa encargada de garantizar la estabilidad y continuidad del suministro eléctrico en España.
Únicamente conocimos las declaraciones desde el Palacio de la Moncloa del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, que no aportó apenas información de lo sucedido y se limitó a decir que estaban trabajando en intentar solucionar el grave problema del apagón en España.
El país perdió 15 gigavatios de energía en apenas cinco segundos, afectando al 60% de la demanda eléctrica, paralizando trenes, hospitales y servicios digitales. La ausencia de Corredor en un momento de máxima gravedad fue calificada de “irresponsabilidad institucional” por diversos medios de comunicación y portavoces de la oposición.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tuvo que asumir la gestión directa de la crisis decretando el estado de emergencia nivel 3 en comunidades como Madrid, Andalucía y Castilla y León. Mientras tanto, la presidenta de Redeia seguía sin comparecer, sin ofrecer explicaciones a la ciudadanía y sin asumir responsabilidades políticas.
Un cargo clave en manos políticas
La designación de Beatriz Corredor como presidenta de Red Eléctrica de España fue impulsada directamente por el Ejecutivo de Sánchez, en un proceso que no exigía experiencia técnica previa.
Este tipo de nombramientos políticos en empresas estratégicas del Estado han sido tradicionalmente polémicos, pero tras este apagón, el debate se ha reabierto con fuerza. Otro puesto designado a dedo por el presidente Sánchez sin la cualificación requerida.
El sistema eléctrico nacional, interconectado con Europa y sostenido sobre una infraestructura cada vez más digitalizada, exige una gestión basada en criterios técnicos, capacidad de reacción ante crisis y liderazgo operativo. Sin embargo, la presidencia no ejecutiva de Corredor se ha limitado a tareas representativas y de supervisión, dejando la gestión técnica en manos del equipo directivo sin implicación directa de su parte.
Críticas desde dentro y fuera del sector a Beatriz Corredor
Desde sectores profesionales del ámbito energético, se ha cuestionado reiteradamente la falta de experiencia de Beatriz Corredor y su falta de preparación para anticipar o gestionar situaciones de emergencia como la vivida en abril de 2025.
Ingenieros, analistas de seguridad energética y expertos en ciberdefensa han advertido desde hace años de los riesgos de no contar con una dirección técnica con conocimientos especializados.
El analista y experto en geoestrategia, Pedro Baños, ya alertó en 2021 del riesgo de que España pudiese sufrir un apagón y sin embargo no se tomaron las medidas necesarias para evitarlo
Además, en los últimos días han comenzado a circular peticiones y reclamaciones en redes sociales y plataformas ciudadanas exigiendo su dimisión inmediata y la revisión de todos los nombramientos de carácter político en empresas públicas clave como Redeia, ADIF o AENA.
¿Quién responde por el apagón?
La responsabilidad institucional durante una emergencia nacional como esta no puede recaer únicamente en los técnicos de Red Eléctrica.
La ciudadanía exige explicaciones claras y responsables que asuman su papel al frente de empresas que gestionan servicios esenciales.
El silencio de Beatriz Corredor, su falta de reacción pública y su historial sin formación energética, se han convertido en símbolos del fracaso de una política de nombramientos basada en afinidades ideológicas más que en méritos técnicos.
Mientras millones de españoles sufren las consecuencias del colapso eléctrico, los más de 2,5 millones de euros en sueldos acumulados por Corredor como presidenta no ejecutiva de Redeia resuenan como un agravio más en un contexto de malestar social y desconfianza en las instituciones.
El apagón del este lunes no solo ha sido un fallo técnico: ha sido también una crisis de liderazgo. Y en ese liderazgo, Beatriz Corredor ha quedado completamente retratada. Sin formación técnica, con un historial político cuestionado y sin presencia en momentos de máxima gravedad, su papel al frente de Redeia se ha convertido en un símbolo del deterioro institucional de las empresas públicas en España.
La ciudadanía exige explicaciones, responsabilidades y una reforma profunda en la forma de elegir a quienes dirigen servicios tan estratégicos como la energía. Y mientras tanto, el silencio de Corredor habla más alto que cualquier discurso.
