La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha afirmado que no quiere que le dé dos besos una persona como la ministra de Sanidad, Mónica García, que le llama «asesina» porque no se trata de «respeto» sino de «hipocresía institucional» por parte del Gobierno de España.
«Desde que he llegado, en todos los encuentros que he tenido con el presidente y con el resto de los presidentes autonómicos y ministros, bueno, pues les he dado y nos hemos dado la mano, creo que es el lenguaje que tiene que preservarse en una relación política, pero no quiero que me dé dos besos una persona que constantemente nos llama asesinos», ha expresado Ayuso en una rueda de prensa tras la Conferencia de Presidentes.
MÁS CLARA ISABEL DÍAZ AYUSO, IMPOSIBLE.
No voy a ser hipócrita con Mónica García. pic.twitter.com/BAy62BDVpL
— Ayusers (@Ayusers_) June 6, 2025
La dirigente autonómica ha cargado contra Más Madrid tras las acusaciones del partido al Gobierno regional de «ejecutar sentencias de muertes» y de «asesinar a ancianos». «Eso no es respeto institucional, eso es hipocresía institucional y de hipócritas el mundo está lleno. Creo que no tiene un pase lo que hacen cada día y por eso prefiero mantener una distancia que con habernos dado la mano, como he hecho con la inmensa mayoría de los presidentes o ministros, hubiera sobrado», ha manifestado.
Los hechos ocurrieron en la mañana de este viernes en el momento en que Díaz Ayuso estaba dando la mano y saludando protocolariamente a todos los ministros del Gobierno en la Conferencia de Presidentes, cuando se le ha acercado la titular de Sanidad, Mónica García, y ha pretendido darle dos besos. Según ha informado el entorno cercano a la presidenta madrileña, la presidenta madrileña le ha ofrecido la mano y le ha preguntado «si todavía pretendía darle un beso a una asesina».
Por su parte, García ha tildado como «desproporcional» la reacción de Ayuso y ha asegurado que la ‘popular’ «está nerviosa por las imputaciones y cada vez más cercada por la investigación de los 7291 mayores abandonados en las residencias de Madrid».
Ayuso defiende su libertad ante pinganillos
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha levantado de la reunión de la Conferencia de Presidentes cuando el presidente del País Vasco, Imanol Pradales, comenzó su discurso en euskera. Sin embargo, después de la intervención del lendakari, ha regresado a su silla al cumplir su amenaza de no usar pinganillo durante el evento.
Al respecto, la dirigente autonómica ha pedido «libertad para ser coherente» y ha reivindicado que no necesita hacer «sainetes con nadie» sobre este asunto, al igual que ningún presidente autonómico le ha «pedido permiso para hablar en valenciano o en gallego». «Me parece bien que cada uno hable y se exprese como uno considera. Ayer en el Parlamento autonómico advertí que esto a mí me parece una farsa, el ir acostumbrándonos a hablar entre los que estamos aquí con pinganillo», ha expresado.
«A mí que una persona en valenciano tenga que hablar con un gallego y que, dentro de una Conferencia en la que hemos venido a hablar para poner cuestiones en común, lo hagan con pinganillo y traducción, me parece una farsa», ha incidido Ayuso, quien ha afirmado que le «encanta» Cataluña y defiende la «unidad de España por encima de todo», por ello, le «duele profundamente que se rompa a través de la lengua».
«Muchas veces no se está utilizando el catalán como una riqueza, sino como un arma de división», ha asegurado Díaz Ayuso, a la vez que ha defendido que si se abordan cuestiones que afectan a todos, como la inmigración, no entiende por qué no lo abordan desde el idioma común. «Es que tener que hacerlo a través de un traductor cuando hablamos todos perfectamente español, pues me parece lo que me parece. Ahora, ¿estoy en contra de las lenguas cooficiales? En absoluto. ¿Son parte y riqueza cultural de España? Desde luego», ha valorado.
«Cuando todos, también los propios presidentes de País Vasco y Cataluña en el turno de réplica, después se han seguido hablando cada uno como han considerado, no pasa nada. Pero yo no sé cómo manifestar que estoy en contra, yo pido libertad para manifestar que a mí esto no me gusta», ha concluido.