Una niña ha perdido la vida y al menos 17 personas resultaron heridas tras un ataque de pirañas en el embalse San Pedro, ubicado en el municipio Sifontes del estado Bolívar, Venezuela. El incidente ocurrió el sábado 19 de abril de 2025, en un balneario no autorizado cercano al fuerte Tarabay.
El ataque se produjo cuando varias familias se encontraban disfrutando del día en el embalse. Cuando se encontraban en el agua, aprovecharon las pirañas y mordieron a personas de diversas edades, provocando la muerte de la pequeña por las heridas sufridas así como diferentes mordeduras a niños de entre 3 y 5 años y adultos de hasta 61 años. Además, dos menores sufrieron cortes con vidrios presentes en la zona.
El Sistema Nacional de Gestión de Riesgo y Redan Guayana coordinó la atención hospitalaria de los afectados, para intentar curarles de las diferentes heridas sufridas en su cuerpos. Las víctimas fueron trasladadas al centro asistencial de la localidad para recibir tratamiento médico.
Peligro de pirañas embalse no autorizado para el baño
Según varias informaciones, los bañistas tenían conocimiento de que el embalse no estaba autorizado por peligro de piraña, pero decidieron entrar en el agua. Este hecho ha generado preocupación entre las autoridades locales, quienes han reiterado la importancia de respetar las señalizaciones y restricciones en zonas acuáticas para evitar tragedias.
Las autoridades han iniciado investigaciones para determinar las causas del ataque y evaluar las medidas necesarias para prevenir futuros incidentes. Se ha instado a la población a evitar el uso de embalses no autorizados y a seguir las recomendaciones de seguridad emitidas por los organismos competentes.
Ataques poco comunes de estos peces carnívoros
Los ataques de pirañas a humanos no son comunes, pero pueden ocurrir en determinadas circunstancias, especialmente en zonas de Sudamérica donde estas especies habitan, como ríos y embalses de Brasil, Venezuela, Perú, Bolivia o Colombia. Aunque las pirañas tienen fama de ser agresivas, la mayoría de las veces evitan el contacto con los humanos. Los incidentes suelen producirse cuando las condiciones del entorno —como el calor extremo, la disminución del nivel del agua o la escasez de alimento— alteran su comportamiento natural.
En épocas de sequía o durante el desove, estos peces carnivoros pueden volverse más territoriales y agresivas. También se ha comprobado que la presencia de sangre o restos de comida en el agua puede desencadenar un ataque. Sin embargo, incluso en estas situaciones, los ataques graves son raros. Normalmente, las lesiones son superficiales, como mordeduras en los pies o manos, y ocurren cuando los bañistas caminan o nadan en aguas infestadas sin tomar precauciones