Durante el operativo, la Policía descartó que estuviera en Murcia o Portugal, y los vecinos afirmaron no haberlo visto
La Policía Nacional ha arrestado a un fugitivo español condenado a tres años de prisión por varias estafas mediante el timo del «nazareno» que vivía escondido en Madrid junto a su pareja e hijos. Pesaban sobre él tres órdenes de detención e ingreso en prisión.
Desde que fue condenado por primera vez en 2016, el fugitivo había conseguido escabullirse, ya que vivía, sin salir a la calle, en una casa ubicada en la capital, ha comunicado este viernes la Dirección General de la Policía, pero su detención se produjo tras una salida, el 18 de febrero, a un centro médico debido a motivos de salud.
Lo habían condenado por el delito de estafa a tres años de cárcel en 2016 y a otros tres en octubre de 2019. Su búsqueda y entrada en prisión la reclamaban tres juzgados distintos de León y Valladolid.
Según las pesquisas policiales, el detenido sabía aplicar en sus estafas el método del «nazareno», consistente en realizar sucesivos pedidos de pequeño tamaño para ganarse la confianza del vendedor y, más tarde, encargar un pedido grande que el estafador no llega a pagar y revende, logrando una alta cantidad de dinero sin coste.
Las pesquisas para el arresto se iniciaron en agosto de 2019 por el Grupo de Fugitivos de la Policía. Los agentes comprobaron que el el fugado se había especializado en registrar empresas y utilizaba a «testaferros» u «hombres de paja» para comprar a proveedores, en toda España, productos de alimentación a través de pagarés que al final eran imposibles de cobrar porque las cuentas no tenían ese dinero.
Esa estafa culminaba con la venta de los productos a un precio menor al habitual en el mercado. El detenido figuraba como administrador de empresas dedicadas al comercio de alimentación, además de a la compraventa de fincas rústicas y urbanas.
Los agentes pusieron en marcha una vigilancia sobre la pareja del fugitivo y descubrieron que compraba en farmacias medicamentos a nombre de él. Durante el operativo, la Policía descartó que estuviera en Murcia o Portugal, y los vecinos afirmaron no haberlo visto.