Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Arranca el juicio contra un acusado de matar a su pareja en su portal y delante de sus hijas

Sala de la Audiencia Provincial de Madrid.
Alejandro Martínez Vélez - Europa Press

El juicio contra un acusado de matar en septiembre de 2019 a su pareja en el portal de su casa delante de sus hijas arranca el 11 de noviembre después de que ayer se conformara el jurado popular que enjuiciará los hechos

Se le acusa de delitos de asesinato, amenazas, violencia física o psíquica habitual y maltrato en el ámbito familiar. El hombre se enfrenta a una petición fiscal de 32 años de cárcel.

Para el fiscal, el acusado logró imprimir durante la relación con su pareja y con sus dos hijas de corta edad una situación de «superioridad» y «dominación sobre ellas». La mujer vivió «una constante situación de miedo, angustia y temor», que nunca se atrevió a denunciar por miedo a las represalias.

El escrito de acusación recuerda que F. G. M. mantuvo una relación sentimental con A. L. V. A. que se prolongó durante once años y fruto de la cual nacieron dos niñas.

A lo largo de estos años de convivencia, el acusado sometió a la mujer a «constantes» actos de amenazas, al tiempo que controlaba aspectos personales de su vida, como las personas con las que se relacionaba o las comunicaciones que mantenía con ellos.

Artículo relacionado:  La Policía Nacional investiga la extraña muerte de un hombre en el Hotel Palace

HUMILLACIONES Y DESPRECIOS

La situación de sometimiento y control también consistió en proferir constantes humillaciones y menosprecios a su pareja que le causaron «un permanente estado de angustia, ansiedad, desasosiego y temor» que se extendió a sus dos hijas.

La mujer interpuso la primera denuncia contra el acusado en 2009 tras atentar contra su integridad física, a la que siguieron en 2011 otras dos por amenazas y vejaciones injustas.

Pese a ello F. G. M. C. mantuvo «casi a diario «su conducta delictiva en el lugar donde residían en presencia de sus hijas «con la finalidad de menoscabar la integridad psíquica de su pareja», a quien de forma habitual se dirigía con expresiones tales como «hija de puta» o «te voy a matar, estúpida».

Eso sí, luego le pedía perdón y le prometía que iba a cambiar. La mujer, para proteger a su familia, «y por el temor infundido de las amenazas que contra ella profería si denunciaba» nunca denunció los hechos ni recibió asistencia sanitaria para su curación.

Artículo relacionado:  Un juez ordena el ingreso en prisión del detenido por el homicidio de la Plaza de Alsacia

La Fiscalía subraya que ese maltrato fue ejercido de forma «habitual» y que incluso las hijas estuvieron expuestas a los «numerosos» episodios de violencia que el padre ejerció también ejercido sobre ellas.

Según la Fiscalía, «el maltrato continuado puede provocar consecuencias muy graves desde el punto de vista de las salud mental de las personas y que pueden persistir aun cuando el maltrato haya desaparecido, con sintomatología frecuente como nerviosismo, tensión, tristeza, pérdida de autoestima, desesperanza, estado de hiperalerta y sobresalto, que pueden durar aún a pesar de desparecer el maltrato pues los efectos de este pueden presentarse o mantenerse a lo largo del tiempo».

La mujer, finalmente, decidió en 2019 terminar la relación con el acusado. Pese a ello, el 17 de septiembre de ese mismo año el agresor acudió al domicilio donde le esperó sentado y semiculto entre los coches de la vía pública. Portaba una mochila donde llevaba un cuchillo de grandes dimensiones.

La víctima llegó al domicilio sobre las 18.30 y, una vez en el portal, el acusado le sorprendió por la espalda y comenzó a asestarle puñaladas en distintas partes del cuerpo mientras la mujer «llamaba desesperadamente a sus hijas solicitando ayuda».

Artículo relacionado:  El abogado del kamikaze de la M-50: "no es un asesino. Iba bebido e hizo un acto incorrecto"

Alertadas por los gritos las niñas salieron del piso tras bajar las escaleras del inmueble «presenciando los hechos descritos». En ese momento en el que F. G. M. C., todavía con el cuchillo en la mano, lo exhibió a las menores, y «con intención de atemorizarlas, se dirigió a ambas niñas gritándoles que acababa de matar a su madre e instándolas a que subieran al piso si no querían que les hiciera lo mismo, generando un estado de terror en las niñas quienes subieron asustadas al piso superior».

Loading

Loading

Etiquetas:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio