El pasado 28 de abril de 2025 cuando se produjo el apagón, Pedro Sánchez estuvo a punto de protagonizar uno de los momentos más bochornosos de la historia energética reciente de España.
Según información filtrada por una alta funcionaria del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), de absoluta confianza, el presidente del Gobierno ordenó personalmente desconectar el país de cualquier fuente energética que no fuera renovable.
El objetivo: anunciar a bombo y platillo, en el Telediario de las 15:00, que España se convertía en la primera nación del mundo en abastecer el 100% de su mix energético exclusivamente con energías verdes. Ni un solo megavatio procedente de energía nuclear o fósil. Una declaración “urbi et orbe”, en clave mesiánica, para consagrar su política como ejemplo internacional.
La orden fue dada el mismo lunes 28 de abril por la mañana, alrededor de las 10:00 horas. Lo que sucedió después fue un caos que el Gobierno intentó silenciar: apagones intermitentes, caídas en la red, inestabilidad en el suministro eléctrico y una presión sin precedentes sobre las infraestructuras críticas del país. El sistema, simplemente, no aguantó.
Sánchez y su plan personalista y temerario
La decisión de Sánchez no fue consultada con expertos técnicos ni con las compañías eléctricas. Fue una operación política y propagandística de alto riesgo, ideada para alimentar su narrativa verde, a pocos meses de elecciones europeas y en medio del descrédito internacional de su Gobierno.
Las principales empresas eléctricas —Iberdrola, Endesa, Naturgy y Repsol— fueron notificadas, no consultadas. La reacción no se hizo esperar. Iberdrola, encabezada por Ignacio Galán y en coordinación con la portuguesa EDP, prepara una ofensiva legal sin precedentes contra el Ejecutivo. Se sienten utilizados y manipulados, y afirman que Sánchez puso en peligro el suministro energético de millones de ciudadanos para una pantomima política.
Por su parte, el Gobierno de Portugal ha exigido una auditoría técnica independiente desde Bruselas, al considerar que los efectos del experimento cruzaron la frontera, afectando la estabilidad energética lusa. No se fían de Red Eléctrica de España (Redesa), a quien acusan de actuar bajo presión directa del Palacio de la Moncloa.
El miedo a un segundo apagón
Tras el fracaso, el Gobierno se replegó de inmediato. Sánchez y su núcleo duro ordenaron que se reactivaran los dos reactores de la central nuclear de Almaraz y el de Cofrentes, que se encontraba en parada técnica. Las instrucciones fueron ejecutadas el martes 29 de abril por la mañana. El temor a un segundo apagón se ha instalado en el corazón del Ejecutivo.
Este movimiento, no reconocido públicamente, es una clara admisión de que la España 100% renovable aún es una quimera. No hay capacidad de almacenamiento suficiente, no hay red de respaldo efectiva, y los sistemas de interconexión con Europa siguen siendo vulnerables. Sin nuclear y sin fósiles, España se apaga.
¿Quién responderá?
La oposición ha pedido explicaciones inmediatas en el Congreso, aunque el Gobierno guarda silencio y la mayoría de medios afines no han informado del suceso. La narrativa oficial habla de “una pequeña inestabilidad provocada por condiciones meteorológicas adversas”. Una mentira más, cuidadosamente redactada para encubrir una decisión irresponsable.
Detrás de esta operación fallida hay algo más que incompetencia: hay fanatismo ideológico, personalismo narcisista y desprecio por la seguridad nacional. Sánchez pretendía hacer historia como el líder que descarbonizó España en tiempo récord. Lo que consiguió fue lo contrario: demostrar que su visión es inviable, peligrosa y profundamente deshonesta.
Ahora toca esperar. La batalla legal se perfila monumental. Las eléctricas quieren resarcimiento. Portugal presiona en Bruselas. Y la verdad, poco a poco, sale a la luz. El experimento fracasó. Pero el daño político, institucional y técnico ya está hecho.
¿Cuánto más está dispuesto a sacrificar Sánchez por su relato?
1 comentario en “El apagón de la vergüenza: El experimento energético de Sánchez que casi colapsa España”
¿Por qué no se publica nada de esto?. ¿Por qué ningún medio se atreve a comentar claramente que el apagón fue consecuencia directa de la decisión personal de Sánchez de desconectar todas las fuentes menos las renovables?. ¿Por qué nadie afirma con contundencia y rigor que sí se sabe lo que pasó, que esa es la razón del apagón?. Los medios nos hacen un flaco favor a los ciudadanos si no se atreven con esto. Es vergonzoso.
11/5/25. R.N.M.