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Antonio Varas de la Rosa presenta ‘Madridz’, un sentido homenaje a la ciudad que le vio nacer

Antonio Varas de la Rosa presenta ‘Madridz’, un sentido homenaje a la ciudad que le vio nacer
El pintor madrileño Antonio Varas de la Rosa observa una de sus pinturas. - Cortesía

El pintor madrileño y otrora profesor de Dibujo en Salamanca ha detallado a El Distrito todos los pormenores de su obra más sentida, íntima y sincera, la cual evoca la Madrid de antaño en la que creció y con la que muchos se identifican

Por Jhon Ramos
El pintor Antonio Varas de la Rosa (1954, Madrid) ha accedido a conversar en exclusiva con El Distrito, en medio del éxito de su obra ‘Madridz’, una exposición de sus pinturas que se puede disfrutar desde el pasado 10 de enero y hasta este 19 de febrero en el Centro Cultural Galileo, ubicado en la calle Galileo, número 39, del distrito de Chamberí.

Como bien lo indica su nombre, la exposición está dedicada a Madrid. Pero, más allá de la ciudad, ¿en qué se inspiró para realizar estas pinturas? ¿Vivencias, recuerdos o simplemente lugares icónicos?

Siendo de Madrid, uno tiene sus recuerdos. Sobre todo cuando vives afuera, esos recuerdos se quedan en la memoria y en el regusto diario. Es mi Madrid, desde que nací en el año 54′, hasta el 83′, que me fui para Salamanca por una oposición, pues he sido profesor de Dibujo aquí -en Salamanca- y desde entonces me he quedado, pero, por supuesto, he seguido yendo a Madrid. Mi vida, mi familia, todo está allí. La exposición no es más que mi vida, mi forma, mi idea y mi imagen de ese Madrid.

¿Entonces se tratan de pinturas que recuerdan a Madrid entre los años 50′ y 80′?

Exactamente. Quizás en un mismo cuadro te puedas encontrar varias partes; una antigua y otra moderna, mezcladas en una especie de collage o difusión de lo que yo siento de mi Madrid. Pero sí, como dije antes, las pinturas evocan la añoranza y el deseo de volver a su ciudad que puede sentir un madrileño viviendo afuera. Por ejemplo, la obra principal es un cuadro grande en el que aparezco yo mismo cuando tenía 11 años viendo a un churrero, a una serie de mujeres, a una niña que está jugando en una especie de fuente… así estoy hablando, pensando o expresando lo que es mi Madrid y la añoranza que siento por ella. El agua, el gato madrileño… Es un pensamiento hecho imagen.

¿Y cuánto tiempo tiene pintando sobre Madrid?

Hay cuadros que pueden tener 20 años, otros que son más actuales. Sobre todo el bloque más fuerte, más grande, es una serie de cuadros del mismo tamaño que estaban pensados para ilustrar un libro, un diccionario de Madrid, pero al final no se llevó a cabo, con lo cual la idea la tenía en mente y decidí ejecutarla y exponerla.

¿Qué tipo de pintura encontrarán los visitantes?

Hay una frase de un crítico que dice «hay pinturas hechas para ser observadas, otras sencillamente para ser contempladas, y las hay pensadas para el disfrute y el deleite». En este último apartado se encuentra el trabajo de la pintura de Antonio Varas. Están hechas para el deleite del público en general. Es una obra amable, sencilla, con cierto aspecto vintage, porque son recuerdos del Madrid urbano, de personajes, de paisajes que te puedes encontrar, que puedes pensar o que hayas visto en Madrid a lo largo de tu vida. Luego también está lo de las caras ocultas que aparecen en todos mis cuadros, que hay gente que cuando se lo digo, igual se da otro paseo, porque a veces no las notan al principio, ya que es un juego en el que caras o máscaras son pintadas sin querer. Esa función humana de ver caras en manchas, cosas o diversos lugares se llama pareidolia, entonces lo que hago yo es rescatarlas, pintarlas un poco más, para divertirme yo mismo. También tiene que ver con mi pasado como ilustrador, como dibujante de cómics, de teatro, de escenografía… todo ese mundo está metido en mi pintura.

Cómo madrileño y artista, ¿cómo definiría a la ciudad?

Hay una frase que yo escuché hace años y que se usó para una campaña de algo, no me acuerdo de qué, que decía lo siguiente: «Vives en Madrid, eres de Madrid». Madrid te acoge, te llega, te llena, te absorbe de tal manera que, según vivas en ella, ya serás un madrileño más. Vivir en Madrid es ser de Madrid, esa es mi idea.

 

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Pintura de Madrid de Antonio Varas de la Rosa. – Cortesía

¿Ha podido recibir algún tipo de feedback del público?

Sí, sí, por supuesto. Mira, esa exposición nació a raíz de un vídeo que hice a modo de divertimento con la típica aplicación que tienes en el móvil y tal. El vídeo lleva de fondo una canción de Olga Ramos y muestra varios cuadros. No sé cómo lo hice ni por qué, pero me gustó, lo compartí en mis redes sociales y fue como agitar la varita mágica. Ese pequeño detalle precioso ha tocado la sensibilidad de mucha gente, ha salido por el mundo y ha llegado de tal manera, que algunos me han comentado que lo han recibido por mediación de alguien en Estados Unidos, otros desde México, Argentina… y en la exposición, he preguntado a algunos de los visitantes cómo se han enterado y, en la mayoría de los casos, ha sido por el vídeo. Es decir, el vídeo ha sido el causante número uno de todo esto, hay mucha gente que me ha dicho «es que me ha emocionado». Al final se trata de un divertimento gracioso, que nunca sabes por qué surgió, pero que ha tocado la fibra sensible de muchos madrileños.

¿Hay algún plan de llevar esta exposición a otro lugar?

No, de momento no. Pero eso debería formar parte de la intención de grupos o asociaciones, sobre todo de Madrid. Sería precioso que en Madrid mismo me dijesen «oye, ¿te importa que llevemos esta exposición a otro sitio?». Sería cuestión de hablarlo, pero por supuesto creo que merece ser vista. A día de hoy creo que ya ha superado los 2.000 visitantes. Dentro de lo que cabe está bien para una exposición en Madrid de alguien que no tiene un caché, porque yo he sido profesor de Dibujo hasta hace ocho años y, desde entonces, no era muy conocido, pero fue jubilarme y dar la campana hacia ese camino, que de cierta manera ya lo había pensado con tiempo. Siempre pensé «tengo que hacer una exposición en mi ciudad», y este ha sido el momento justo. Lo que pase de aquí en adelante, no lo sé.

¿Qué proyectos tiene como artista a corto, mediano y largo plazo?

Tengo ahora un proyecto en una segunda ciudad en la que estudié muchos años, en Béjar, Salamanca. Sería una exposición en el Palacio Ducal de verano. Pero siempre salen los proyectos, siempre hay gente que te llama. Y sigo pintando, es lo que me hace levantarme todos los días y me da ganas de vivir. Yo hago esto, esto es lo que intento hacer todos los días para divertirme, con lo cual los proyectos seguramente vendrán.

¿Cómo ve el movimiento artístico en Madrid? ¿Qué les diría a los jóvenes para que asistan a más eventos de este tipo?

Yo les diría que el arte por lo general es la manera más necesaria y amable de tranquilizarse para el ser humano ante un mundo tan ajetreado. Sobre todo en una gran ciudad sirve para reposar, observar y recrear los sentidos. Eso es quizás lo que nos separa de las bestias, el poder desarrollar y disfrutar el arte. Lo puedo ver y notar, por lo que agradezco al público esa sensación de realmente ir a ver una exposición. Pocas veces veo a gente que entra y sale rápido, normalmente se quedan un buen rato.

¿Qué le diría a quienes no hayan visitado la exposición para que vayan en estos días que le quedan en el Centro Cultural Galileo?

Pues estará hasta el día 19 de febrero, a no ser que el Centro Cultural Galileo decida prorrogarla o extenderla, pero la gente que asiste, se va con la satisfacción de haber ido. Sobre todo si me encuentro yo allí y le explico un poco la exposición, se van con tal sabor tan agradable, que me dan la mano, me felicitan y me dicen «se lo voy a decir a este, se lo comentaré al otro». El boca a boca, que funciona muy bien. En fin, a quienes no hayan ido y quieran asistir, les digo que van a disfrutar de esta pintura amable, sencilla y que se hizo para ser observada, para deleitar a los ojos de quienes la miren.

 

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Cartel de la exposición ‘Madridz’, de Antonio Varas de la Rosa, en el Centro Cultural Galileo de la capital. – Ayuntamiento de Madrid

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