Con motivo de la restauración, rehabilitación y posterior apertura de la antigua estación de Chamberí, las obras ocuparán la castiza plaza del distrito durante los próximos dos meses. El objetivo no es otro que convertir el abandonado apeadero en un centro de interpretación de la historia del Metropolitano.
La conocida por muchos como “estación fantasma” es, sin duda una de las leyendas vivas más pintorescas de la ciudad. Cerrada al tráfico del suburbano desde el 22 de mayo de 1966 ha sido durante cuarenta años una imagen fantasmal observada con curiosidad por lo viajeros que circulaban por la Línea 1 entre Bilbao e Iglesia.
Desde que la estación se clausuró, sólo el polvo se ha permitido el lujo de seguir transitando por sus andenes, así como de continuar visitando la antigua cabina del jefe de estación -aún en perfecto estado- y las papeleras y bancos de la época. Los pocos que han llegado hasta allí comentan también que hay billetes antiguos tirados por el suelo y periódicos de entonces en sus papeleras. Todo un legado histórico que dentro de unos meses estará al alcance de todos los madrileños.
El proyecto, una promesa electoral del alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, prevé así recuperar la mayor parte del mobiliario original, los paneles publicitarios de cerámica y todo aquello que provenga de una época que se recreará en la estación suburbana. Unos muros-pantalla de cristal separarán los andenes de los raíles por donde continuará circulando con toda normalidad el convoy entre Bilbao e Iglesia y se habilitará una nueva boca de entrada para que el museo pueda ser visitado.
La de Chamberí fue una de las ocho estaciones que inauguró Metro de Madrid en 1919, en el tramo de Puerta del Sol y Cuatro Caminos. Tras varios años de operatividad finalmente fue cerrada porque no resultaba rentable. Ahora, el Ayuntamiento de Madrid ha apostado fuerte por este proyecto de reapertura, para el que ha previsto una inversión que ronda los 600.000 euros. Se espera que los trabajos hayan finalizado durante el primer semestre de 2007, cuando tras cuarenta años de encierro, la estación de Chamberí vuelva a abrir de nuevo sus puertas.