Siete años. Ese es el tiempo que llevan esperando los vecinos del barrio de Butarque la reforma de la Avenida de los Rosales prometida en 1999. Esta avenida discurre de norte a sur, articulando las principales calles que a ella llegan de todo el barrio. Calles sin iluminación, zonas sin aceras ni ningún tipo de mobiliario urbano, kilómetros de avenida sin pasos de cebra y que se inundan completamente cuando llueve, lo que hace que las calles se llenen de ratas que salen de las alcantarillas. “Una zona increíblemente abandonada”, dicen los vecinos. Una de las mayores aberraciones es la incorporación que hay desde la A-4 a la avenida, el conocido by-pass de la A-4. Aquí las incorporaciones se producen en contra dirección, en plena curva (foto). Un informe realizado por los vecinos de la zona, “El informe Butarque”, demuestra que la economía y el urbanismo de esta zona se han paralizado. “No hay comercios, la gente se va”, asegura Vicente Nuñez, uno de los vecinos, y creadores de la web http://villaverde.tovaritx.com/. “No te puedes mover andando porque no hay ni aceras. Somos considerados ciudadanos de segunda y es algo injusto porque pagamos nuestros impuestos como todos los demás”.
Una reforma que nunca llega
El 20 de noviembre se celebró una reunión en la Consejería de Transportes presidida por su viceconsejero Luis Armada. Aquí se trató el Plan Armada II que venía a mejorar el Plan Armada I de hace unos meses. Este proyecto destaca por un par de aspectos importantes: sensibilidad al problema de aparcamiento y reconocimiento del total desastre humano en su vertiente peatonal en la avenida. “En general estamos muy satisfechos pero hay algo que no nos convence”, cuenta Vicente. “En la parte norte se hizo un colector en 2005 que ahora imposibilita la reforma de la avenida en ese punto. Según los técnicos la reforma en este túnel de la RENFE junto al colector es imposible y esto lo que ocasiona es que no se pueda llegar por aquí a Usera. Han bloqueado la respiración del barrio, ahora está condenado”, argumenta Vicente. Y todo porque se hizo antes de la esperada reforma de la avenida. Lo bueno es que se harán aceras a ambos lados, se pondrán más árboles y habrá pasos de cebra y semáforos con sistemas inteligentes que controlan la velocidad. Después de una hora de reunión los vecinos exigieron “la ejecución inmediata del plan que podría ser para la primavera del año que viene”, señala Vicente.
