El relato de hoy versa sobre Pedro Alvarado, el insigne conquistador de América Central. Como muchos de los mejores conquistadores de la península ibérica, nació en tierras extremeñas, concretamente en Badajoz. Su vida fue toda una oda a la aventura y el riesgo: participó en la conquista de Cuba, fue la mano derecha de Hernán Cortés, exploró el Yucatán. En sus batallas en territorio mexicano se vio realmente la valía de Alvarado. Guatemala, Honduras y El Salvador fueron conquistas suyas, en cambio renunció a la conquista de Ecuador tras un encontronazo en los Andes con Almagro. El titán extremeño falleció en Guadalajara el 4 de julio de 1541.