La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, recibió en la tarde de ayer, lunes 22 de mayo, en la sede del Ayuntamiento al presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, minutos antes de que este pronunciara una conferencia titulada Un refererèndum per a Catalunya. Invitació a un acord democràtric en un salón alquilado en el palacio de Cibeles.
Según sostienen fuentes institucionales, la entrevista, encuadrada en un marco protocolario, sirvió para resaltar los lazos de afinidad entre Madrid y Cataluña. Sin embargo, dicha postura no la comparten desde la oposición. El portavoz del PP, José Luis Martínez-Almeida, ha acusado a la mandataria de ser «cómplice de los nacionalistas», subrayando el “despropósito” que supone el ceder un espacio municipal para desafiar a la Constitución.
El Grupo Municipal Popular ya mostró el pasado viernes su «total rechazo» a que Cibeles fuera el lugar elegido por Puigdemont para ofrecer su conferencia. A través de un acto en el que estuvieron arropados por la vicesecretaria de Estudios y Programas del partido, Andrea Levy, y por la secretaria primera del Congreso de los Diputados, Alicia Sánchez-Camacho, se opusieron a la visita de Puigdemont bajo el lema ‘No en Cibeles’.
