La Asociación de Madres y Padres del C.E.I.P Cortes de Cádiz, colegio público ubicado en el barrio de Hortaleza, denuncia el abandono de las obras en el centro por parte de la constructora Hergon Sau. Según fuentes consultadas por el propio colectivo, desde la empresa concesionaria de las obras han decidido suspender las obras al “no interesarles el proyecto económicamente”, dejando sin terminar tanto el gimnasio como la última parcela.
El colectivo admite sentirse “indignado ante la falta de compromiso por parte del Gobierno regional, habiendo incumplido sistemáticamente los plazos acordados por la Dirección General de Infraestructuras de la Comunidad de Madrid para la finalización de las obras del centro». Según el último acuerdo (con fecha de julio de 2017) las obras deberían haber finalizado el pasado mes de septiembre, antes de iniciarse el curso escolar.
Según cifras de la asociación, son cerca de 400 los niños de Primaria que hacen Educación Física en el patio, padeciendo las inclemencias del tiempo, porque no disponen todavía de un gimnasio; asimismo, la AMPA también advierte que otros tantos alumnos de Educación Infantil tienen que turnarse para hacer Educación Física en un aula donde no caben todos. “Además, gran parte de la zona exterior donde están los niños de Primaria está repleta de escombros y materiales de la obra, convirtiéndose en un barrizal y, lo que es aún más grave, en un verdadero peligro para los niños”.
Ante este contexto, la organización reprocha al Ejecutivo autonómico, competente en el área de Educación, la falta de diálogo. Según la AMPA, se han dirigido en varias ocasiones y a través de distintos medios a la directora general de Infraestructuras y Servicios de la Comunidad de Madrid, Elena Marroig, para alcanzar una solución.
Para la AMPA: “Esto ocurre cuando un colegio se realiza en siete fases, sabiendo que se podía haber acabado mucho antes y con menos costes. La obra se licitó tarde a pesar de nuestras reiteradas cartas insistiendo en agilizarlo y la constructora -Obras Hergon- empezó con demora. Hemos visto que desde septiembre había cada vez menos trabajadores en la obra -ahora ninguno-, están incumpliendo los plazos, pero desde la Comunidad de Madrid nadie se ha puesto en contacto con nosotros para darnos explicaciones o fechas de terminación de los trabajos. Son todo ello negligencias que nos hacen sentir abandonados. Las condiciones que están viviendo nuestros hijos contradicen las políticas educativas y perjudican enormemente su desarrollo; dejan mucho que desear”.
