“No más persecuciones policiales en nuestros barrios”, rezaba un tuit de la concejal presidenta de Arganzuela y Usera, Rommy Arce, en alusión al trágico incidente en Lavapiés el pasado jueves, 15 de marzo, en el cual Mmame Mbaye, un mantero de 35 años, perdió la vida a causa de una parada cardiorrespiratoria. Sin esclarecerse aún si el fallecimiento del hombre, de origen senegalés, pudo deberse a una supuesta persecución policial como apuntaban compañeros de la víctima -hecho totalmente desmentido por las autoridades-, la reacción de Arce en los días posteriores, con motivo de las manifestaciones celebradas, fue la de clamar por «el fin de las políticas migratorias racistas y xenófobas que privan de derechos a los migrantes».
Dichas declaraciones fueron respondidas por el PP y sindicatos policiales, que exigieron la dimisión de la representante de Ahora Madrid. Desde la organización sindical advirtieron que las manifestaciones de la edil eran “mensajes reiterativos de odio contra los funcionarios de la Policía Municipal”. En este sentido, los concejales de Ganemos, Pablo Carmona y Montserrat Galcerán, arroparon a su compañera frente a las voces críticas: «Señalar las perversiones del sistema es según algunos incitar al odio. Compañera, quienes defendemos los Derechos Humanos estamos contigo y queremos que siga oyéndose tu voz», ha escrito Galcerán en su cuenta de Twitter.
Arcecontinuó con sus declaraciones a través de las redes sociales denunciando que «los nadie» como Mmame Mbaye, Lucrecia Pérez y Samba Martinez son «víctimas de la xenofobia institucional y de un sistema capitalista que levanta fronteras interiores y exteriores». Añadía que el pecado de Mmame fue «ser negro, pobre y sin papeles». Días después el concejal de Moratalaz y Salamanca, Pablo Carmona, mostró su respaldo a través de la misma red social. «Muy de acuerdo estos días con mi compañera», señaló.
Asimismo, el concejal presidente del distrito Centro y delegado del área de Hacienda, Jorge García Castaño, también quiso romper una lanza a favor de Rommy Arce afirmando que la muerte de Mbaye es fruto de “un Estado que no reconoce a las personas sin papeles”. «En Lavapiés convivimos con vecinos que llevan décadas en el distrito y que viven en la ilegalidad por un Estado que no reconoce a las personas sin papeles y que les obliga a la exclusión, a vivir en la economía sumergida», sostuvo.
