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Ciudadanía y Patrimonio defiende la iniciativa para salvar Paseo del Prado, 30

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El Patrimonio Histórico es siempre un gran activo económico. Cuando se salva suele generar nuevos polos de atracción que activan su entorno e incrementan el valor de la ciudad en general. “Por eso no entendemos que, mientras la política de otras grandes capitales mundiales es la de ir tomando progresiva conciencia de sus valores, en Madrid vayamos hacia atrás, resucitando el fantasma del falso desarrollismo que tanto daño hizo a nuestras ciudades históricas”, señala el colectivo en un comunicado.

La plataforma recuerda la recatalogación del Edificio España para que Ecologistas en Acción retirase su recurso, devolviéndole el nivel de protección que le había denegado la anterior corporación. Lamentablemente en otros casos esta solución ya no es posible, pues a la desprotección siguió el derribo, como en el Taller de Precisión de Artillería o la antigua Casa de Socorro de Congreso, en Costanilla de los Desamparados, 15. Por fortuna se salvaron los Jardines del Seminario, la Quinta de Torre Arias o el Teatro Albéniz, pero no gracias a la Administración Pública -que facilitaba su destrucción- sino por sentencia judicial, gracias a los movimientos asociativos y civiles que se atrevieron a cuestionarlos.

El edificio del Paseo del Prado, 30 es un edificio notable construido en 1935, durante la II República, en el que perviven elementos del lenguaje clásico, ya muy depurados, dentro de una traza de gran sobriedad que encaja con su entorno vilanovino mucho más adecuadamente que el edificio proyectado para acoger el llamado “museo Ambasz”; pues el nuevo inmueble pretende irrumpir con formas y materiales ajenos al lugar, mientras que el actual combina cantería ‘a hueso’ con una fachada de fábrica de ladrillo visto y cerrajería de forja mucho más en sintonía con las edificaciones institucionales del Paseo.

Además, este edificio fue una de las últimas obras del destacado arquitecto municipal Francisco Javier Ferrero Llusiá (1891-1936) -autor también del Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi, el Viaducto de Bailén o la Imprenta Municipal, así como del tristemente desaparecido Mercado de Olavid-, que en este caso contó con la colaboración de su compañero Adolfo Blanco y Pérez del Camino (1897-1977).

Según las últimas noticias surgidas en prensa, se da a conocer que la Comisión Local de Patrimonio Histórico (CLPH) -órgano mixto entre Comunidad y Ayuntamiento- ha autorizado la demolición a pesar de que el Ayuntamiento considera que se debe mantener el edificio. Respecto a la CLPH, “consideramos que ante la duda debería siempre beneficiar la conservación, si bien la decisión de demoler se autoriza en base a su mínimo nivel de protección ACTUAL (nivel 3 ambiental), aunque el Ayuntamiento podría iniciar de manera autónoma la recatalogación del edificio a su anterior nivel 2 estructural”.

En ese sentido, MCyP quiere manifestar su completo apoyo a esta iniciativa municipal, así como a todas aquellas que desde las administraciones públicas se tomen para salvar este inmueble.

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