El preludio de la larga jornada de concentraciones en la capital empezó tímidamente en torno a las 22:00 horas del miércoles, 7 de marzo, con alrededor de 200 personas ocupando la plaza ubicada en frente de la Casa de Correos. A medida que iba avanzando la noche, los aledaños de Sol iban recibiendo a más personas; en la Plaza de la Villa y en la Plaza Mayor, por ejemplo, tuvo lugar una sentada, un lugar donde hace siglos «se quemaba a mujeres», como ha recordado alguna de las asistentes.
Posteriormente, las asistentes se dirigieron a la Puerta del Sol para secundar la cacerolada que ha dado inicio al Día de la Mujer más reivindicativo de la historia de España y que celebrará también en Madrid su principal manifestación, desde las 19.00 horas arrancando en Atocha y con destino a Plaza España.
El tono reivindicativo del encuentro feminista ha tenido su punto festivo, sin pancartas ni banderas; aunque algunas mujeres han blandido fregonas al aire. Igualmente, el desarrollo de la manifestación concluyó sin incidentes y sin apenas presencia policial, con unos agentes que se han limitado a controlar el escaso tráfico en el kilómetro cero de la capital.