El objetivo de dicho encuentro no era otro que dar a conocer aquellos productos enológicos que se elaboran en la región y cuya calidad no tiene nada que envidiar al procedente de otros rincones de España, pero que gozan de mayor popularidad.
El presidente de ASELAC, Óscar Méndez, se mostró muy complacido con la iniciativa desarrollada desde su asociación, destacando los beneficios de que en establecimientos de Latina y Carabanchel se incorporen los vinos de la región en su carta. “Nosotros defendemos el comercio de cercanía y por ello hemos organizado este acto, para demostrar que no hace falta que se compre vino que viene de lejos cuando los tenemos aquí, y es de calidad”.
Para romper ese tabú con respecto a los caldos de la vid de Rioja o Ribera del Duero, el colectivo consiguió atraer a un gran número de comerciantes de la zona para que comprobasen las virtudes del vino madrileño de la mano de Denominación de Origen (DO Madrid), cuyo responsable de Servicios Técnicos, Lucas M. Bellón, realizó una ‘masterclass’ vinícola. Durante su presentación, el representante de DO Madrid hizo un repaso por los orígenes del producto en las fronteras y aledaños de la capital, así como de los principales puntos donde se ubican las bodegas.
“Ha habido un descenso considerable de los viñedos, pero se sigue generando un producto de calidad”, mantiene Bellón, quien se muestra orgulloso de que iniciativas como las promovidas por ASELAC ayuden a promocionar los caldos de Madrid: “Es el vehículo que permite que el producto llegue al consumidor. Para nosotros es fundamental y hay que avanzar hacia la esencia de Madrid, con las materias primas que tiene para elaborar vinos, no muy complicados y con cierto toque moderno, pero sin perder la esencia”.
Igualmente, el representante de DO Madrid destacaba el interés del turismo enológico en la capital, subrayando que la comunidad se debería retroalimentar de las visitas a la hora de poner encima de la mesa el vino madrileño.
Aumenta el interés
A continuación, dos bodegas autóctonas de la Comunidad de Madrid ofrecieron una degustación de su vid embotellada a los presentes para que descubriesen por ellos mismos los aromas y el cuerpo del placer de Baco. Por un lado, el subdirector comercial de Las Moradas de San Martín -de San Martín de Valdeiglesias-, Luis Oliván, destacó que desde la institución que él representa se ha optado por comprar viñedos que estaban abandonados para extraer un producto de calidad y que llega incluso a países extranjeros, siendo Alemania uno de los principales consumidores y China un socio muy atento. “En Madrid hay campo, no solo carretera y asfalto. Hay agricultura y el vino es protagonista. En los últimos años hay mucho interés por los productos madrileños y hay que poner en valor el vino”.
Una percepción similar es la que transmitió el representante de la bodega Vrigen de la Poveda -en Villa del Prado-. Joaquín del Salado manifestó la lucha constante por defender las variedades que ofrece la región, y su firma en concreto. “Abrimos el abanico e intentamos que las personas jóvenes puedan conocer el vino. Es un trabajo del día a día con eventos como el de ASELAC”. Y al igual que su homólogo de San Martín, el interés del mercado asiático en el caldo madrileño no le es ajeno a esta bodega, que ya ha mantenido contacto con responsables de China.
